Actualidad y proyección de la ganadería: Última Jornada Granadera de 2021

El titular de Fifra Daniel Ucría repasó algunos puntos de la agenda del sector ganadero y sobre todo industrial. Gonzalo Agusto de la Bolsa de Cereales de Córdoba se refirió a la situación y perspectivas de la campaña agrícola y por su parte Fernando Gil comentó qué se espera del mercado ganadero.

En la última charla Granadera del año disertaron el economista Gonzalo Agusto de la Bolsa de Cereales de Córdoba quien analizó las perspectivas para la campaña agrícola y Fernando Gil de la consultora Agroideas quien se refirió a lo que viene sucediendo con el negocio de ganados y carnes y dio pistas de lo puede pasar con los precios de la hacienda para faena y de la invernada.
En la bienvenida a los participantes el presidente de Fifra Daniel Urcía hizo mención a varias cuestiones.
Por un lado, se refirió a la evolución de los precios de la carne que según el Indec aumentaron bien por encima de la inflación promedio en noviembre, lo que no se dice, indicó, es que durante los meses previos estuvo planchado y en varios retrocedió lo que significa que acumuló una caída en términos reales.
Además destacó el bono de $20.000 que se acordó con la Federación del Personal de la Carne que “refuerza la paritaria y permite que los trabajadores no pierdan contra la inflación”.

El titular de Fifra resaltó por otra parte el anuncio oficial respecto de la mayor apertura exportadora de carne vacuna de la cual se espera la resolución correspondiente que regiría a partir del 1 de enero.
También destacó que persiste en el sector la preocupación respecto de la evolución de la macroeconomía, su impacto en el sector y en las decisiones de productores y el funcionamiento de las industrias.
Finalmente dijo que es necesario modificar el sistema que rige para el comercio de cueros. La fórmula establecida genera distorsiones y fuertes transferencias de recursos del sector productivo e industrial al curtidor, pero indicó que según trascendidos no habría cambios que era lo solicitado por la entidad. Desde Fifra se pidió a las autoridades que se libere un cupo de 4 millones de unidades. El ingreso por el cuero y los demás subproductos es vital para los frigoríficos, sirve para pagar costos fijos como los salarios en aquellos que dan servicio de faena y además mejora el poder de compra de la hacienda y ayuda a evitar traslados a la carne cuando hay subas en el ganado.

Perspectivas Agrícolas


Al momento de las disertaciones el primer turno fue para Gonzalo Agusto, economista de la Bolsa de Cereales de Córdoba quien destacó el buen nivel de lluvias en la provincia pese a que se está atravesando un nuevo evento La Niña. En tal sentido destacó el buen estado de la soja que lleva un avance de siembra cercano al 50% y del maíz cultivo que abarcará más de 3 millones de hectáreas y cuya cosecha se espera que sea de 25 millones de toneladas lo que significa que Córdoba aportaría casi la mitad del volumen nacional.

Por otra parte hizo mención a la situación comercial. Destacó la decisión de la Reserva Federal de los Estados Unidos de elevar en los próximos años la tasa de interés lo que podría llevar a que más fondos salgan del negocio agrícola para refugiarse en el dólar y eso podría impactar de forma negativa en los precios.
Agusto también se refirió a la evolución de la producción de ambos granos y a la relación stock-consumo, otro factor a tener muy en cuenta para el análisis de la posible evolución de los precios.
Por otra parte, hizo referencia a la suba de los costos agrícolas y su impacto posible en las decisiones de siembra y de inversión en tecnología del ciclo que viene, a la evolución de los arrendamientos y a los márgenes de las diferentes alternativas destacando que el maíz temprano es el que arroja el mejor resultado en el promedio de toda la provincia aunque solo el 30% del área con el cereal se siembra en ese período.

Ofertas y Precios ganaderos

Fernando Gil de Agroideas comenzó explicando los movimientos de los precios de la hacienda y de la carne vacuna en estos últimos meses.
Dijo que si bien el gobierno intentó frenarlo se produjo el efecto rebote en noviembre y que los incrementos tienen que ver con la inercia inflacionaria de la economía local y con la tensión entre la oferta y la demanda.
En tal sentido destacó que este año se faenarán cerca de 13 millones de cabezas lo que significan entre 1,2 y 1,3 millón menos que en 2020 lo que implica una reducción de casi 10%. Por otra parte indicó que la demanda se resiste a bajar su ingesta de carne y que además la emisión monetaria y la ayuda social que dio el gobierno favorecieron al consumo del producto.
El analista dijo que el mayor problema de la cadena lo tiene el engorde que hace tiempo acumula pérdidas y eso a pesar de que el precio del maíz está intervenido y que la relación maíz-carne es de 10/11 a 1.
El margen negativo lo explica entonces el precio del ternero que fue desde 2020 refugio de valor para los que se desprenden de ganado para la faena. Nadie quiere quedar posicionado en pesos y se buscan las alternativas al alcance de la mano para transformar el ingreso en la moneda local por otro bien.

Con respecto a la evolución del precio de la invernada consideró que el mayor salto ya se dio y que espera meses de estabilidad sobre todo a partir del inicio de la zafra que viene.
En cuanto a los valores del ganado para faena dijo que es posible que haya un nuevo salto entre fines de febrero y principios de marzo con el regreso de la gente de los centros vacacionales a los urbanos.
Fernando Gil explicó también que la oferta se mantendría restringida el año que viene, que espera una faena similar a la de este año y dio cuenta de cómo se fue achicando el stock que contaba con 58 millones de cabezas y casi 6 millones de novillos en 2008 cuando en el último recuente oficial sumó 53,5 millones de animales y menos de 4 millones de novillos.
Por eso consideró que más allá de las variaciones que se puedan producir cada año el problema de la ganadería es de un faltante estructural de hacienda para una demanda que crece a nivel interno en términos demográficos y por la ayuda que el Estado da a los sectores más castigados y también por el firme interés internacional verificado en los últimos años.