Afirman que, en el 2020, la Argentina podrá alimentar a 600 millones de personas

Para alcanzar esta cifra, los productores deberán incorporar mayor tecnología en toda la cadena a fin de reducir las pérdidas.

Los derrames de los granos durante la cosecha son una de las principales causas de desperdicio en el país.

El derrames de los granos durante la cosecha es una de las principales causas de desperdicio.

La Argentina es uno de los principales países productores de alimentos. Y gracias al conocimiento y la implementación de tecnología, la producción se viene acrecentando todos los años.

En este contexto, la Argentina podrá alimentar a 600 millones de personas en el 2020, según estimaron desde el Ministerio de Agricultura. Gabriel Delgado, secretario de la cartera agropecuaria, remarcó que “la Argentina es el país que más alimentos produce per cápita en el mundo»

Para alcanzar estas estimaciones, el país deberá aumentar la incorporación de tecnología a fin de reducir las pérdidas en toda la cadena, desde las etapas de procesamiento,  la distribución y hasta las de consumo.

La cifra es contundente: en la Argentina se pierden 16 millones de toneladas de alimento al año, lo que representa el 12,5 % de la producción agroalimentaria nacional.

El deterioro en el almacenamiento de los granos es una de las principales causas de desperdicio en en país.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), el 46 % del desperdicio de alimentos ocurre de manera significativa en los países desarrollados en las etapas de procesamiento, distribución y consumo incluso, cuando todavía son aptos para la alimentación humana. Entre los productos con una tasa más alta de desperdicios anuales en el mundo están las frutas y hortalizas, las raíces y los tubérculos, seguidas por los cereales y el pescado, y en último lugar se ubican los cultivos oleaginosos, la carne y los productos lácteos.

En concreto, para el caso de los cereales, el retraso en el momento del inicio de las cosechas, las mermas por inclemencias climáticas, los daños mecánicos o derrames durante la cosecha y el deterioro en el almacenamiento son las principales causas de las pérdidas.

En esta línea, hubo varias innovaciones para recudir esta brecha los que se destacan en comunicación y telefonía celular para que el productor visualice lo que sucede en tiempo real en su campo, imágenes satelitales, sensores y modelos que permiten predecir eventos climáticos y adelantar las cosechas, sensores electrónicos para conocer las condiciones de los granos en las silobolsas, software para controlar el almacenaje en silos tradicionales.

El INTA esta trabajando en cómo aseegurar la inocuidad y extender el tiempo de almacenamiento de frutas.
 

En cuanto a las frutas y verduras, las causas de los desechos son diversas ya sea por problemas de sanidad, cosecha fuera de término, déficit en el acondicionamiento, pérdidas naturales que son propias del proceso de maduración o la podredumbre generada por diversos patógenos en la poscosecha.

Así, para reducir las pérdidas, en el INTA investigan cómo asegurar la inocuidad y extender el tiempo de almacenamiento de frutas mínimamente procesadas, carnes y productos lácteos, sin perder los atributos sensoriales que los caracterizan y conservar las propiedades nutricionales. La respuesta la encontraron con la aplicación de altas presiones hidrostáticas (APH) en períodos cortos de tiempo.

fuente: Clarin Rural