Agrónomos, preocupados por el presupuesto 2017 para el sector

El colegio profesional que los nuclea analizó la pauta del Ministerio de Agroindustria para el próximo año. Sostiene que para los organismos descentralizados de la cartera prevén solo 16,1% de aumento respecto de 2016, “muy por debajo de pautas inflacionarias”

PUESTOS. Advierten que profesionales pueden quedar sin trabajo e investigaciones, sin continuidad

El Colegio de Ingenieros Agrónomos de la Provincia de Córdoba (Ciapc) expresó su “enorme preocupación” respecto al presupuesto 2017 que será destinado a los organismos descentralizados del Ministerio de Agroindustria, como Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), en el marco del Presupuesto Nacional para 2017.
“De la lectura de los anexos que presenta ese presupuesto se desprende que lo destinado a organismos descentralizados del Ministerio de Agroindustria es de $9.884.401.729, frente a un total de $8.511.114.066 en 2016, lo que representa un 16,1 % de aumento respecto de un año al otro. Tal incremento se da en el marco de índices que, en lo que va del año -tanto en los precios mayoristas como al consumidor-, ya se sitúan alrededor de 32% (con una predicción anual de alrededor del 46/47 %), según datos oficiales del Indec”, expresó el comunicado difundido ayer por el colegio profesional.
El presidente del Ciapc, Daniel Cavallín, señaló que, excepto en el caso del Instituto Nacional de Semillas (Inase), los incrementos del resto de los organismos como INTA, Senasa, Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) e Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Indep), están “muy por debajo de las pautas inflacionarias para el presente año, lo cual repercutirá de manera negativa en la capacidad operativa de los mismos”.
“Deducimos que habrá achicamiento, profesionales que pueden quedarse sin trabajo, investigaciones que no seguirán”, graficó.
Los agrónomos advierten que esta situación se plantea en un contexto donde la producción agropecuaria (en su eslabón primario) recuperó con creces en 2016 la competitividad que había mermado en años anteriores. Asimismo, recordaron que el propio presidente Mauricio Macri consideró el sector “el gran motor de la economía de este país”.

Imprescindibles
Para Cavallín, la ciencia, la investigación, el impulso a la adopción de nuevas tecnologías, la generación de agregado de valor, el control y la prevención de enfermedades, pestes y demás elementos negativos que generan disminuciones en la producción agroalimentaria “se tornan imprescindibles para pretender estar en niveles de primer mundo y ser competitivos en todos los eslabones de la cadena productiva e industrial”.
Agregó que los países que hoy se precian de ser altamente desarrollados ponen todos sus esfuerzos en tratar de encontrar formas de producción más equilibradas con el ambiente pero a la vez más eficientes. “Es sumamente difícil (casi imposible) que todo esto se pueda lograr a partir del achicamiento presupuestario”, alertó.
También hizo un llamado a cuidar los recursos humanos capacitados del sector. “Somos conscientes de la crisis que atraviesa el mundo, incluido nuestro país, así como también creemos que de esas crisis se sale con esfuerzo, trabajo, educación y por sobre todas las cosas poniendo en valor el capital humano. Ese capital humano que costó mucho a los empresarios y trabajadores de este país formar en las universidades públicas y gratuitas, y en los centros e institutos de investigación y desarrollo, es la garantía de crecimiento. No se puede crecer sin capital humano”.
Destacó el papel de las organizaciones como Inta, Senasa y las otras anteriormente mencionadas, como históricas formadoras de capital humano: obreros, técnicos y profesionales ingenieros agrónomos, ingenieros en producción agropecuaria, ingenieros forestales, ingenieros zootecnistas y médicos veterinarios.

Mario Romero, secretario General de la Asociación del Personal del INTA, señaló que -tras gestiones contrarreloj con diputados nacionales- se obtuvo un compromiso para “garantizar” en el Presupuesto el mantenimiento del salario a la totalidad de los trabajadores. En tanto, aclaró que habrá “una disminución en las inversiones”.

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