Alimentos bioactivos que conducen a hábitos saludables

Estudian el diseño de platos listos para consumir, optimizados en su perfil nutricional, permitiendo añadir valor agregado a la producción de carne aviar y hortalizas.

El creciente interés de la población por alcanzar una dieta sana, equilibrada y natural, ha generado en la industria alimentaria la tendencia a desarrollar productos de alto valor biológico, con el fin de incorporar propiedades funcionales a distintos alimentos y así diversificar el mercado.

Tras el señalamiento, la decana de la Facultad de Bromatología –UNER-, Bertha Baldi, en un artículo publicado en la Revista Riberas, explica que los alimentos funcionales de forma natural o procesada contienen componentes que ejercen efectos beneficiosos para la salud. Efectivamente, esa casa de estudios abrió nuevas líneas de investigación sobre compuestos bioactivos que están presentes naturalmente en frutas, en productos derivados de la colmena (miel y propóleo), así como en otros alimentos.

Explica que las golosinas son el peor fantasma del consumo infantil para las familias de todo el mundo y su nulo valor nutricional les impidió entrar en la anhelada categoría de alimentos. Pero la ciencia se unió al enemigo y desarrolló una nueva tendencia con nutrientes, vitaminas y minerales, indispensables para el desarrollo físico y mental infantil.

La Facultad de Bromatología formuló golosinas de alto valor nutritivo a través de la obtención de extractos etanólicos de propóleo (materia prima) que permiten conservar los principios activos naturales (flavonoides) y utilizarlo en el desarrollo de alimentos funcionales. Los extractos desarrollados se incorporaron en la elaboración de caramelos de goma como fuente de compuestos bioactivos naturales de gran poder antioxidante.

Otra de las propuestas para consumo directo como golosinas o snacks, fue la obtención de bocaditos liofilizados a partir de pulpa de arándano y yogur endulzados con miel y stevia. Debido a estas características, a su sabor y color natural, los bocaditos formulados con miel son una opción atractiva para niños, mientras que los elaborados con estevia son una excelente alternativa para adultos, ya que ambos inciden en la calidad del sueño, del apetito, del humor y de la ansiedad.

Otras líneas de investigación como el diseño de platos listos para consumir, optimizados en su perfil nutricional, permiten añadir valor agregado a la producción de alimentos regionales (carne aviar y hortalizas). La incorporación de antioxidantes y micronutrientes que utilizan la técnica de impregnación al vacío, tienen la capacidad para optimizar el perfil nutricional de los platos y la reducción del colesterol y grasas trans.

A medida que el estilo de vida se modificó con el desarrollo de las sociedades, surgieron nuevos hábitos alimenticios en la población. El diseño e investigación en la producción de alimentos bioactivos de alto valor nutritivo, son la respuesta del presente para las necesidades del futuro.