Aseguran que casi el 40% de los suelos están afectados por erosión

El dato surge del libro “El deterioro del suelo y del ambiente en la Argentina”. La obra, que hace un diagnóstico sobre el recurso en el país, se presentó este lunes  en la Fundación para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

El 37,5 % de los suelos está afectado por erosión

En las próximas décadas, para satisfacer la demanda de alimentos que tendrá una población de 9.000 millones de habitantes, la agricultura deberá aumentar su productividad. Sin embargo, esto implicaría aumentar la degradación de los suelos y la desaparición de numerosas hectáreas con bosques, pastizales y humedales. Con el foco puesto en el suelo, el libro “El deterioro del suelo y del ambiente en la Argentina” pone énfasis en los efectos del cambio de uso del recurso.

Roberto Casas, director del Centro para la Promoción de la Conservación del Suelo y del Agua (PROSA) y uno de los compiladores del libro, señaló que uno de los desafíos más significativos que afrontó la humanidad a través de la historia es “la degradación de los recursos naturales, principalmente, de los suelos cultivados”.

Según datos de la FAO, unas 1.500 millones de hectáreas corresponden a suelos cultivados, lo que representa solo un 11 % de la superficie del planeta. De acuerdo con el organismo internacional, se espera que en los próximos 20 años, más del 80 % de la expansión de la superficie cultivada se produzca en América Latina y África Subsahariana.

Para Casas, se estima que un 37,5 % del territorio argentino está afectado por procesos de erosión hídrica y eólica, lo cual representa unas 105 millones de hectáreas. “La erosión hídrica es la que más creció en el último cuarto de siglo, incrementándose de 30 a 64,6 millones de hectáreas, lo que representan 41 millones de hectáreas afectadas por erosión eólica”, expresó.

Entre las principales causas del aumento de los procesos erosivos, se encuentran las de origen antrópico –causadas por el hombre– como la simplificación de la rotación de cultivos y monocultivo, el desmonte y expansión de la frontera agrícola, el sobrepastoreo y el cambio del uso del suelo.

Asimismo, “otros factores de importancia son la sobreexplotación del bosque, la intensificación agrícola, incendios de pastizales, la disminución de la fertilidad, la minería y el avance de urbanización sobre tierras agrícolas”, señaló Casas para quien “el cuidado de los suelos y la gestión del ambiente serán estratégicos para la Argentina en los próximos años”

En este sentido, Casas agregó que “es indispensable que la sociedad en su conjunto valorice, se interese por la preservación del recurso y, a partir de ello, se comprometa en su defensa y conservación, porque la responsabilidad es de todos”.

Un libro para hablar del suelo

De acuerdo con Casas, “resulta imprescindible contar con un diagnóstico actualizado sobre el estado de los recursos naturales en la Argentina, que pueda aportar información estratégica para la planificación de políticas públicas, y generar información de utilidad para profesionales interesados en la temática, educadores y políticos”.

“El deterioro del suelo y del ambiente en la Argentina”, es una obra que está dirigida y compilada  por Roberto Casas –director de PROSA– y Gabriela Albarracín, asistente de Vinculación Tecnológica del Centro de Investigación de Recursos Naturales (CIRN) del INTA.

“Esta obra es fruto del esfuerzo de un grupo de prestigiosos y reconocidos especialistas en cada una de las temáticas tratadas”, expresó Albarracín quién a su vez aseguró que, junto con Casas aspiran “a que esta publicación contribuya a generar y fortalecer acciones concretas en favor de la conservación de nuestros recursos naturales”.

Albarracín explicó que en el libro “se pone énfasis en el recurso suelo, en los efectos del cambio del uso del suelo sobre los bosques nativos, los pastizales y la fauna, analizándose el sistema jurídico para la gestión de los suelos agrícolas y aguas en el orden nacional y provincial”.

La obra está compuesta por dos tomos. El primero referido a caracterización ambiental, agricultura y ambiente, el agua en la producción agropecuaria, bosques nativos y pastizales naturales, actividad antrópica y fauna, y legislación. El segundo tomo, trata específicamente la erosión y degradación de suelos en las distintas provincias de la Argentina, incluyendo un capítulo de infraestructura rural, competencias de los organismos y su rol en la conservación de los suelos.

Participan 150 autores pertenecientes al INTA, CONICET, universidades nacionales y extranjeras, organismos del Estado, Fundación ProYungas, Centro para la Promoción de la Conservación del Suelo y del Agua (PROSA), Fundación para la Educación, la Ciencia y la Cultura (FECIC), y al Internacional Plant Nutrition Institute (IPNI), entre otros.