Aseguran que la suba de las tarifas eléctricas deja sin competitividad al riego para el agro

En Córdoba, por el rinde extra que se logra con el sistema, sólo es conveniente el maíz

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Desde la Sociedad Rural de Jesús María alertaron sobre la viabilidad del riego por aspersión después de las actualizaciones de las tarifas eléctricas. En esta provincia se usa el sistema en unas 136.000 hectáreas, que significan un aporte extra de 107.000 toneladas y un ingreso de 272 millones de pesos.

Un trabajo del INTA Manfredi calcula el resultado del riesgo por aspersión en cada cultivo: para la soja por cada milímetro ingresan 1,33 dólares por rendimiento extra; en el maíz 2,18 dólares y en el trigo, 1,25 dólares.

Luis Picat, presidente de la Rural de Jesús María, explicó que el costo del sistema no es uniforme. En la zona centro norte de Córdoba, la mayoría de los equipos cuentan con energía de las cooperativas y los valores van entre los 11.000 pesos a los 35.000 pesos mensuales. Es decir que por milímetro aplicado el costo es de entre 89 centavos de dólar a 1,70 dólares.

«El costo de la electricidad de cooperativa depende del tamaño del mercado, pero la mayoría son más caras que el servicio de la empresa provincial (EPEC). Entonces con la suba de las tarifas de los últimos meses ya hay productores que pagan por el sistema precios que están por encima del costo de oportunidad», dijo Picat.

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En ese marco, planteó que ya hay quienes se plantean cómo seguir. Las cuestiones que se analizan, por ejemplo, es si hay que cambiar el sistema productivo, salir del de los commodities y hacer riego por aspersión sólo en los cultivos de más valor agregado.

«También una posibilidad es que haya una política del Estado para homogeneizar tarifas de manera de que el sistema sea más equitativo», planteó Picat.

Señaló que con los actuales costos de funcionamiento por milímetro el único cultivo viable es el maíz. Para el dirigente, debiera ser razonable un costo fijo mensual y similar en todos los casos (los equipos se usan sólo cuatro meses al año, promedio).

«El Estado debiera intervenir en las desviaciones tarifarias», indicó. En Córdoba hay unos 350 pueblos del interior que son servidos por cooperativas cuyas tarifas llegan, a veces, a duplicar la de la empresa estatal provincial (EPEC).

Ya la de la distribuidora cordobesa es la tercera más alta del país, lo que provocó los reclamos de sectores industriales, comerciales y hoteleros en las últimas semanas, quienes plantearon que hay un «costo Córdoba».

G.O. LA NACION / CAMPO