Buenas perspectivas para la maquinaria agrícola tras la fuerte caída de ventas de 2015

Un 50% de las empresas sostiene que la rentabilidad se mantendrá y estiman una suba del nivel de empleo.

Un informe del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) de la Fundación Mediterránea señaló que después de una «coyuntura complicada», hay mejores expectativas para la maquinaria agrícola en 2016.

Luego de una grave caída de ventas acumulada hasta 2015 y los bajísimos niveles de ocupación de las plantas industriales del sector, mayoritariamente ubicadas en el interior de Córdoba y Santa Fe, referentes de empresas hablaron de mejoras de expectativas en las variables clave principales. Para el 50% de las empresas la rentabilidad se mantendrá; un 19% considera que estará peor y un 31% que mejorará. El 18% de las firmas estima que el nivel de empleo total aumentará, frente a un 14% que estima que disminuirá. La proporción de firmas que anticipan una caída se reduce a cerca de la mitad en 2016. En cuanto al nivel de utilización de la capacidad instalada se mantendrá constante para el 56% de las empresas, mientras que un 33% espera que se incremente y 11% que caerá. «Esto refleja un cambio favorable de parámetros respecto a 2015», asegura el informe del IERAL. También señala que el 56% de las empresas espera aumentar las ventas, mientras que sólo 12% anticipa una disminución, «lo que refleja un brusco cambio de expectativas», agrega la encuesta, según consigna El Cronista.

«Las expectativas en relación con las variables clave del sector reflejan un mayor optimismo para el 2016, tanto en materia de ventas, como en rentabilidad, empleo y ocupación de capacidad instalada», establece el documento del instituto económico con sede en Córdoba.

Según el trabajo del IERAL, las cifras reflejan las ventas agregadas del sector, que incluye cosechadoras, tractores, sembradoras e implementos agrícolas. Sin embargo, aclara que «existen fuertes diferencias en las diversas máquinas. Entre 2011 y 2015, las ventas de cosechadoras y tractores disminuyó 27% y en el caso de sembradoras e implementos cayó 57%. Según el relevamiento, «en el primer grupo, si se considera la evolución de ventas de máquinas nacionales, se puede apreciar un importante incremento por sustitución de máquinas importadas, pero en el marco de un mercado mucho más pequeño para estos productos. En el segundo, la mayor parte de las ventas son nacionales, de modo que el análisis revela similares resultados cuando no se consideran ventas de importados. También el incremento en el rendimiento de las máquinas y la existencia de un parque de maquinarias relativamente actualizado pueden estar influyendo en la tendencia bajista de las ventas, además de aspectos coyunturales».

De todos modos, la retracción del mercado tuvo un impacto bajo en el empleo, ya que la mayor parte de las firmas mantuvo la cantidad de puestos de trabajo, aún en contextos de fuerte reducción de rentabilidad. En cuanto a las exportaciones, para el IERAL «fueron fuertemente castigadas por la dinámica interna de costos, luego de haber sido uno de los sectores de mayor dinamismo exportador». Es que, a pesar de que gran parte de la producción local son competitivas en el mundo y tuvieron un importante grado de inserción internacional en los últimos años, la evolución de la macroeconomía condiciona las posibilidades de colocación efectiva de estos productos en el tiempo, dado que se trata de un mercado global competitivo.