Consumir miel beneficia la salud y el ambiente

La diversa oferta floral autóctona y la amplitud de climas, ubican al producto argentino entre los de mejor calidad del mundo. Especialistas del INTA explican por qué sumarla a la dieta.

Consumir miel beneficia la salud y el ambiente

Con una producción anual de 60 mil toneladas de miel, la Argentina es el tercer productor y el primer exportador mundial de este alimento tan nutritivo como saludable. Aún, así, el consumo interno no supera los 200 gramos por persona por año, una cifra baja si se la compara con el kilo demandado en Japón, Estados Unidos o Alemania.

En consecuencia, y con el objetivo de difundir sus propiedades e impulsar el incremento de la demanda interna, el Ministerio de Agroindustria –con el apoyo del Programa Nacional Apícola del INTA (PROAPI)– lanzó la campaña de promoción bajo el lema “Sumale miel a tu vida”. Así, hasta el 14 de agosto se difundirán las propiedades de este alimento sano, natural y energético.

De acuerdo con Luis Maldonado –técnico del INTA Famaillá, Tucumán, y especialista del PROAPI– la miel está compuesta, en su mayor parte, por hidratos de carbono en forma de azúcares simples como la glucosa y fructosa, de fácil asimilación y con un gran aporte de energía a los músculos. Posee, además, y en menores cantidades, minerales, ácidos orgánicos, vitaminas, enzimas, polifenoles y oligoelementos.

Por su actividad antioxidante, la miel contribuye a proteger nuestro organismo del estrés oxidativo relacionado con la aparición de una serie de procesos patológicos como el envejecimiento y la ateroesclerosis. Por lo tanto, el consumo de miel es beneficioso para prevenir o, al menos, disminuir el deterioro funcional orgánico.

“La miel es una fuente de energía rápidamente disponible que permite mejorar el rendimiento físico, especialmente en los deportistas, incrementa la resistencia, favorece la recuperación y facilita los esfuerzos reiterados y prolongados”, detalló Maldonado quien además aseguró: “No en vano este producto tiene cualidades reconocidas y utilizadas por los seres humanos desde tiempos remotos como alimento, medicamento y hasta en cosmética”.

Por su composición química, las mieles argentinas han demostrado poseer actividad antibacteriana, aún frente a cepas resistentes a antibióticos, y por su acción antitusiva resulta útil para el tratamiento de afecciones respiratorias. Además, es empleada dermatológicamente en forma tópica contra quemaduras y úlceras en la piel.

Mucho más que miel

Las abejas suele asociarse con su capacidad para producir miel y otros productos de alto valor biológico como el polen, el propóleos y la jalea real. Sin embargo, sus tareas trascienden la generación de productos en la colmena.

Las abejas, además, son vectores de polinización y mediante este servicio ambiental –clave en la organización de los ecosistemas– transfieren el polen desde los estambres hasta la parte receptiva de las flores, donde germina y fecunda los óvulos de la flor, lo que posibilita la producción de semillas y frutos.

“Un tercio del alimento que se consume en el mundo depende de la polinización por abejas para su producción”, expresó la investigadora Marina Basualdo, del Programa Nacional Apícola del INTA (Proapi). Para la Argentina, añadió, “el desafío es desarrollar investigación y tecnología y, por otro lado, concientizar a los diferentes actores involucrados en los sistemas productivos de las amenazas que perjudican a las abejas y, consecuentemente, a la producción de alimentos”.

Por un mayor consumo

El Ministerio de Agroindustria –mediante la Subsecretaria de Alimentos y Bebidas–, el Proapi del INTA, numerosas instituciones provinciales y municipales, asociaciones y cooperativas de apicultores realizarán hasta el 14 de agosto una campaña de promoción del consumo de miel.

Así, bajo el lema “Sumale miel a tu vida” difundirán los beneficios de este alimento natural a fin de fomentar su incorporación a los hábitos alimenticios de los argentinos. Además, se compartirá la importancia del servicio ambiental prestado por las abejas que incrementa la biodiversidad y la producción de cultivos.