Crece la expectativa por la Campaña agrícola 2016/17.

La plaza granaria para 2017 plantea interrogantes, pero también varias certezas. Interrogantes: el clima durante el verano en Sudamérica y las expectativas para los Estados Unidos el año próximo. Más, el accionar de los «fondos» en su intento por lucrar con las commodities agrícolas.

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¿Cuáles son las certezas? Varias. Que venimos de tres cosechas récord en EE.UU., con lluvias récord desde 1895, y que la demanda asiática liderada por China no afloja, entre las más importantes. Para el productor argentino, también hay certezas. Para la nueva campaña no habrá baja de retenciones y no habrá devaluación brusca. O sea, la situación difiere mucho a la de octubre de 2015.

¿Qué hacer? Acumular mucha información sobre los mercados. Van algunas ayudas. Las reservas mundiales de trigo son impresionantes, las de maíz son abundantes y las de soja son buenas (si Sudamérica cumple). Conclusión: plaza triguera pesada y con mucha competencia; crucial la actitud de Brasil como comprador a partir del segundo cuatrimestre, y plaza maicera trabajando con comodidad hasta marzo/abril. Allí, los operadores saben que EE.UU. debe repetir una gran cosecha para mantener a la plaza tranquila. Inevitable entonces algún premio climático en las cotizaciones para entonces. Plaza sojera acusando la performance sudamericana en marzo/mayo y comenzando a palpitar la nueva estadounidense.

Pregunta. ¿Cómo evaluar hoy el escenario de precios de la oleaginosa para nuestro otoño? Son muchos los economistas pesimistas. Nuestra opinión no lo es. Cuesta creer que a esta altura del partido se siga subestimando la demanda (empezando por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos).

El ciclo 2016/2017 acaba de comenzar con una producción excelente en el hemisferio Norte. Pero cuando miremos los precios en marzo/mayo, los datos de peso serán la cosecha en Sudamérica y las expectativas de la nueva en los Estados Unidos.

Fuente: la Nación.