Cumbre de Jefes Científicos Agrícolas analizó Rela ción entre Productores y Tecnología.

A finales de mayo, se llevó adelante la Cumbre de Jefes Científicos Agrícolas de los países del G-20 en la provincia de Jujuy. En el marco de semejante encuentro, el jefe de Gabinete del Ministerio de Agroindustria de la Nación, Santiago del Solar, dio una serie de declaraciones que merecen, al menos, un análisis periodístico.

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Para del Solar, «los aportes de la ciencia argentina son muy reconocidos en el mundo, principalmente en los temas de agro donde tanto la agricultura como la ganadería tienen un nivel de punta». Asimismo, recalcó que en la Argentina “el secreto mejor guardado de los productores es que no tienen secretos entre elllos ya que comparten todo tipo de información y ése es su espíritu».

LA RELACIÓN ENTRE LOS PRODUCTORES ARGENTINOS Y LA TECNOLOGÍA

Según el Ing. Agr. Jorge Basail del INTA Pergamino, por lo general, el agricultor argentino es muy receptivo en lo referente a la adopción de nuevas tecnologías. “A nivel tecnológico, los cambios en los últimos 15 años fueron importantísimos. Hubo transformaciones positivas en el aspecto productivo y la figura del ´empresario agropecuario´ adquiere cada vez mayor relevancia”.

¿Cómo se dio el pasaje de productor a empresario? Para el técnico, se trató de un proceso lento que requirió -y requiere- de una constante capacitación e información de calidad. “Hoy en día, es común que el productor organice y optimice el uso de sus recursos a partir de una planificación técnica, económica y financiera”, aseveró.

COMPORTAMIENTOS Y ACTITUDES DEL PRODUCTOR ARGENTINO

Según una investigación realizada hace unos años por el Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, los establecimientos agropecuarios se encuentran mayoritariamente en manos de productores jóvenes y altamente capacitados. A través de encuestas realizadas a 500 productores agropecuarios de las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, el informe concluyó que el principal desafío al que se enfrentan los trabajadores del agro tiene que ver con los aspectos de incertidumbre del contexto argentino.

>> Demografía: La edad promedio de los productores encuestados fue de 46 años. Del estudio se desprende que existe una significativa participación de tomadores de decisión con edad menor a 44 años: casi 3/4 partes de los entrevistados en ese segmento de edad son los principales responsables de decisión en los establecimientos agropecuarios donde trabajan.

>> Educación: casi el 90% de los productores tiene educación secundaria, casi la mitad tiene estudios universitarios, y un 10% tiene estudios de postgrado. Incluso, entre los productores medianos y chicos, 1/3 tiene estudios universitarios, y casi un 80% estudios secundarios completos. Estos resultados son significativos, ya que comparando con un estudio similar en USA resulta que el productor americano es más viejo y con un porcentaje de estudios universitarios menor. De hecho, el promedio de edad del productor americano es de 54 años, sólo 1/5 de los productores tiene menos de 44 años y menos de 1/3 tienen estudios universitarios.

>> Actitudes y Comportamientos: En referencia a las particularidades del productor argentino, casi el 80% tiene confianza en sus capacidades propias, independientemente del tamaño del establecimiento. En cuanto al optimismo del sector agropecuario, la respuesta es tanto más positiva cuanto más grande es el establecimiento agropecuario. También el mayor optimismo se localiza entre los productores menores de 44 años, especialmente entre los menores de 35 años.

Entre los desafíos que manifiestan enfrentar los productores nacionales, la mayoría hace referencia a la supervivencia en el contexto de incertidumbre. En segundo lugar, temas centrados en mejorar la eficiencia productiva: mejora de la gestión, costos y competitividad, escala y crecimiento. Estos desafíos contrastan fuertemente cuando se los compara con los que manifiestan enfrentar los productores en USA, donde los principales desafíos (obtención de beneficios, marketing, management) están lejos de los temas de incertidumbre de contexto y más centrados en lo microeconómico/ empresarial.

Estos resultados muestran un productor argentino muy pujante, joven, educado, confiado y optimista. Al mismo tiempo, ese mismo productor enfrenta grandes desafíos referentes al contexto con los consiguientes riesgos fuera de su control. Esto marca una diferencia con sus pares de USA, los cuales se desenvuelven en un contexto de mayor certidumbre que les permite poner foco en aspectos puramente empresariales.

CONCLUSIÓN

A pesar de la incertidumbre reinante, los productores argentinos siempre apuestan a expandir su superficie de producción, tener una mayor rotación de cultivos y aplicar más tecnologías. Para ello, apuntan a producir en tierras arrendadas, utilizar asesores externos y contratar actividades a terceros.

Desde el punto de la eficiencia productiva, podemos decir que el productor nacional tiene fortalezas innegables, ya que se trata de un trabajador profesional, joven, muy educado, muy orientado a lo tecnológico y bien asesorado. Sin embargo, se enfrenta con riesgos de cambios de contexto propios del entorno argentino, circunstancias que los productores de otros países no tienen que enfrentar.