Después de 43 años, la Argentina volvió a importar trigo el viernes pasado

Ingresaron 290 toneladas desde Uruguay por Colón; preocupación en el país por la baja calidad y el atraso en las compras por parte de los molinos

Hay problemas de calidad con el trigo de la cosecha pasada
Hay problemas de calidad con el trigo de la cosecha pasada. Foto: Archivo

Luego de 43 años, la Argentina volvió a importar trigo y llegó desde Uruguay. Por la Aduana de Colón, desde el país vecino ingresaron por camión 290 toneladas del cereal, según reveló Guillermo Rossi, analista de la Bolsa de Comercio de Rosario. La última vez que entró trigo al país fue en 1973 desde los Estados Unidos, con casi 500.000 toneladas.

Hace unas semanas, el presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), Diego Cifarelli, admitió que, por las pérdidas de calidad en la última cosecha y un atraso en las ventas por parte de los productores, que estaban abocados a recolectar la soja, el país podría necesitar importar trigo. En FAIM dijeron, además, que el cereal iba a ingresar a modo de «prueba» para observar su calidad.

En la cosecha pasada, la proteína contenida en el grano de trigo cayó de niveles del 11% a 8/9 por ciento. En tanto, en lo que va del año los molinos compraron 2.129.200 toneladas del cereal, un 30% menos que a igual fecha de 2015 (3,04 millones de toneladas).

Comprar el cereal con calidad está complicado y, además, tiene precio alto. Según un reporte de International Grains Council, el trigo argentino supera con precios de exportación de 202 dólares la tonelada el cereal de los Estados Unidos (193,2 dólares), Francia (175,4 dólares), y el Mar Negro (193,4 dólares). Las 290 toneladas de trigo de Uruguay llegaron a 165 dólares, aunque sin contar el costo del flete, e irán para un molino en la provincia de Buenos Aires.

«No es un volumen muy representativo, es más bien una muestra de una operación que se puede hacer», dijo Rossi, que agregó: «Los molinos están con bajo stock, comprando por debajo de su ritmo de molienda. Les cuesta encontrar materia prima».