«El fenómeno de El Niño, con sus lluvias, promete permanecer activo hasta abril»

El climatólogo José Luis Aiello reniega de la predicciones catastrofistas, aunque afirmó que es un fenómeno fuerte. Y dijo que es casi imposible predecir cómo será el tiempo este verano.

José Luis Aiello, Doctor en Ciencias de la Atmósfera, especializado en Climatología. Director científico del proyecto de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario. Afirma que el evento climático actual es uno de los cinco más fuertes de que se tiene registro y destaca sus bondades y por sobre sus riesgos

José Luis Aiello reniega de las predicciones catastrofistas que a comienzos de la primavera anunciaban todo tipo de calamidades a partir del fenómeno de El Niño, a pesar de que admite que el evento se ubica «entre los cinco más importantes» desde que se realizan mediciones en el océano Pacífico. El tema no es exclusividad de expertos, sino que incide directa e indirectamente sobre la vida de todos. ¿Por qué? Porque llueve más, algo que, asociado a condiciones más locales, puede deparar desde las mejores cosechas de maíz y soja hasta inundaciones. Si se porta bien, al menos augura que habrá que salir con paraguas muy a menudo. El climatólogo, un experto en su especialidad, rechaza las simplificaciones y advierte que es casi imposible predecir, por ejemplo, cómo será el tiempo este verano. De última, a regañadientes, se juega una ficha y dice que será un poco más lluvioso, con temperaturas moderadas y algunos «pulsos de calor».

—¿Estamos atravesando un fenómeno Niño tan atípico, tan pronunciado, como el que se anunció hace unos meses?

—No, pero es fuerte, uno de los cinco más importantes desde que existen mediciones adecuadas en el Pacífico Central, que es donde se desarrolla. Sin embargo, la forma de operar, como todo Niño, depende de otros fenómenos regionales que en definitiva son los que producen los patrones verdaderos de lluvia. Y hasta ahora llovió muy bien en el sur de Brasil y la cuenca alta del Paraná: por encima de lo normal. Porque El Niño tiene un efecto que se puede entender de esta manera: en el 80 por ciento de las veces en que aparece produce lluvias por arriba de lo normal en una amplia zona que abarca sur de Brasil, parte de Bolivia, Paraguay, Uruguay y parte de la Argentina. Llega hasta el centro de la provincia de Buenos Aires, con epicentro en el Litoral, sur de Brasil y Nordeste argentino. Ahí se dan los mayores volúmenes de precipitaciones. Y este año se viene comportando bastante de manual, sin embargo hay toda una acción mediática de gente que no es idónea y asocia al Niño con algo terrible.

—Y no tiene por qué serlo….

—No, porque en realidad El Niño beneficia a la agricultura nacional en la medida en que llueve más en la época estival, de noviembre a marzo, lo que genera buenos rendimientos en toda esa vasta zona, especialmente en cultivos como maíz y soja. Pero hay que tener en cuenta otro aspecto: que en el 20 por ciento de los casos el fenómeno puede no producir estos efectos: hay regiones donde llueve menos por otros factores, como la influencia del océano Atlántico, la intensidad de los flujos de humedad, la frecuencia de los frentes, hechos que no se pueden pronosticar. Quien dice «en enero va a llover más o va a ser más caluroso» simplemente es un mentiroso.

—En estos últimos meses cerca de Rosario, además de lluvia, ha habido otros efectos, como tormentas muy intensas o granizadas tremendas.

—Son fenómenos que dependen de procesos convectivos no derivados del Niño. Le puedo decir algo: acabo de mirar nuestros mapas de humedad del suelo del maíz del año pasado y por entonces había mucho más exceso de lluvias y perfiles mucho más cargados para el maíz que este año. Yo le digo a usted: nadie, en el mundo, puede pronosticar por más de cinco días; el pronóstico a partir del quinto día no tiene rendimiento.

—¡Usted me está matando cualquier título para esta nota! La gente quiere saber cómo va a ser el tiempo para lo que falta del verano…

—Entonces se lo digo: va a haber lluvias dentro de valores normales, con algunos excesos y pulsos húmedos según procesos convectivos, pero no hay pronósticos catástrofe ni alarmistas.

—¿En cuanto a temperatura?

—Un verano moderado, con algunos pulsos de calor. Pero esta es una apreciación subjetiva, no numérica, porque lo que se puede entender muy bien es a cinco días. Sin embargo, hay una nueva tecnología, los llamados pronósticos climáticos, que permiten avizorar en términos generales las tendencias para amplias regiones a 3, 6 y 9 meses. Cuando usted me contactó me dijo: «Yo lo llamo a usted y no a un pronosticador porque me interesa su visión como climatólogo». Y nadie me lo había dicho antes, pero es efectivamente lo que hago: tratar de entender cómo van a ser las variabilidades para generar escenarios. Ahora, si usted quiere saber cómo va ser el tiempo en los próximos días, llama…

—Al Servicio Meteorológico.

—Claro, o mira la contratapa del Diario LaCapital… Acá manejamos cosas distintas, hay que ser claros con la gente y no pintarle escenarios apocalípticos. Todos los que estuvieron anunciando un Niño terrible, inundaciones, tormentas feroces… ¿qué pasa si se produce un pulso seco por 15 ó 20 días en el período críticos de los cultivos y eso es pernicioso para la producción? ¿Van a decir que no hubo Niño? Ocurre simplemente que El Niño se intensifica o amortigua con fenómenos regionales que corresponden a otras escalas y que no son pronosticables.

—A veces pienso si el Comité Operativo de Emergencia Hídrica que se formó en Santa Fe, como previsión de un Niño muy intenso, no fue más bien una respuesta política a las inundaciones que ya se habían dado en la provincia.

—Pero es correcto haberlo hecho, por suerte lo hicieron. Porque al llover mucho eso va a repercutir en crecidas, un problema evidente.

—O sea que con este escenario no descarta que puedan darse más inundaciones.

—Sin ninguna duda. El Instituto Nacional del Agua lo monitorea, pero es muy probable que ocurra. Aunque desde la perspectiva de la agricultura, excepto en zonas cuyas topografías permita inundaciones, El Niño es muy beneficioso. Los daños son de una escala chica respecto del beneficio general. Por ejemplo, la producción sojera del Mercosur va a ser buena, algo muy distinto a lo que trae un fenómeno Niña.

—¿Hasta cuándo se estima que va a durar El Niño?

—Con probabilidad del 94 ó 95 por ciento, va a estar activo hasta abril del 2016. Los modelos son probabilísticos y se monitorean mes a mes. Si en el Pacífico se registra un calentamiento como hasta ahora el fenómeno es Niño. Si hay un enfriamiento será Niña y si no se da ninguna de las dos cosas será neutro. Si usted mira hoy los pronósticos verá claramente que hay más del 90 por ciento de probabilidades de que este Niño, con sus mayores chances de lluvia, siga activo hasta por lo menos abril.

fuente: La Capital de Rosario