El Niño más fuerte de los últimos 100 años llega con la peor de las intenciones

Arrasa ciudades del interior y daña el trigo, la cebada, la ganadería y la lechería; temor por la cosecha gruesa

 

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Está pronosticado como el fenómeno Niño más potente de los últimos cien años y sus consecuencias trágicas ya comenzaron a sufrirse en centros urbanos de las provincias de Buenos Aires y Santa Fe y, al mismo tiempo, su paso destructivo se trasladó al campo.

Las últimas y descomunales lluvias ya están afectando al trigo y la cebada por anegamientos o por el exceso de humedad que provocará menores rendimientos y calidad por la aparición de enfermedades fúngicas. Y en un futuro inmediato, con las intensas precipitaciones que se pronostican, se prevén demoras en el inicio de la siembra del maíz y la soja por falta de piso; la aparición de malezas, enfermedades y plagas, y problemas para el momento del traslado de la producción en caminos y rutas que ya están intransitables.

En la ganadería de la cuenca del Salado, según datos de Aacrea, la hacienda se está concentrando en las lomas con los inevitables problemas de hacinamiento. A su vez, también se retrasarán las siembras de verdeos de verano para generar las reservas forrajeras.

Y en los tambos, la actividad diaria se verá afectada -tal como ya ocurre en estos días- por la dificultad del ingreso de los camiones para recoger la leche.

«Éste es el fenómeno Niño de la categoría fuerte, más potente de los últimos cien años, y ya está en pleno desarrollo, señaló la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de los Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés), número uno en el mundo en información meteorológica», dijo Anthony R. Deane, presidente de la consultora Weather Wise Argentina y además productor agropecuario.

Hay que recordar que El Niño es un fenómeno con lluvias mayores a las normales, originado con el calentamiento del océano Pacífico, y se divide en tres categorías: fuerte, moderado y débil. Según Deane, que hace referencia a la misma fuente, el segundo de estos fenómenos en importancia ocurrió en el ciclo 1997/98, (con inundaciones muy graves) y el tercero, durante la temporada 1972/73. «Saber qué pasó en esos años, sobre todo en 1997/98, ayudará al productor a tomar recaudos, pero no hay un Niño igual a otro», agregó el productor.

 

 

 

Esta corriente abarca con mayor intensidad desde el centro y oeste de la provincia de Buenos Aires, centro-norte de La Pampa y la totalidad de Córdoba, Santa Fe, Chaco, Formosa, Entre Ríos, Corrientes y Misiones, y en menor medida, el noroeste argentino (NOA) y Mendoza.

Según el modelo de medición norteamericano que toma Deane, se calcula que desde septiembre a marzo caerán 760 milímetros en promedio general en las regiones citadas. Esto significa que totalizarían «cómodamente más de un 200 % de anomalía sobre el promedio histórico», agregó.

Pero Deane aclaró que estas lluvias serán oscilantes: los meses más llovedores serán octubre próximo y marzo de 2016 y en menor medida, noviembre y diciembre.

LLEGÓ ANTES

En tanto, el consultor privado y profesor de la cátedra de Climatología de la (UBA). Eduardo Sierra, coincidió en que se prevé un fenómeno Niño fuerte, «como lo han señalado con alarma agencias meteorológicas internacionales más importantes, entre ellas la citada NOAA y otra de Australia» y ya ha dado pruebas tempranas de su poderío en los Estados Unidos, Asia y ahora en América del Sur».

Explicó históricamente que El Niño empieza a gestarse en abril cuando se debilitan los vientos alisios y dos meses después se ven las manchas de aguas calientes frente a Perú. «Pero este año esas manchas se vieron en marzo», señaló.

Respecto de la magnitud del fenómeno, Sierra fue más moderado. «Están hablando como la peor inundación en cien años y hace tres años hubo algo mucho peor, como la inundación en once millones de hectáreas en la cuenca del Salado.» Y explicó que ahora impacta más porque ha afectado más zonas urbanas.

Según el especialista, por el momento los cultivos que han sido afectados por las últimas lluvias son el trigo y la cebada, ya implantados.

Según Aacrea, en los partidos boaerenses de Pergamino, Bragado, Chacabuco, Chivilcoy y General Arenales, llovieron entre 200 y 400 milímetros en los últimos siete días, poniendo en riesgo a los cultivos de la cosecha fina.

Para Pablo Bressa, asesor del CREA General Arenales, la perspectiva de cómo se desarrollará la cosecha fina «es de regular a mala» teniendo en cuenta que el pronóstico de lluvias continuará en los próximos días.

Respecto de la cosecha gruesa Sierra dijo que nunca se ha visto que este fenómeno la afecte. «Ya ha habido episodios de inundaciones y las cosechas igual han sido grandes. El maíz y la soja se suelen sembrar en campos altos y eso no está afectado ahora y es raro que se afecte», opinó.

Sobre la demora en la siembra, hay coincidencias entre los especialistas, pero con matices. ParaDeane faltará piso, en tanto Sierra relaciona este atraso por una cuestión logística como es «la escasa maquinaria disponible», en tanto el director científico de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario, José Luis Aiello, dijo que esa demora se dará «sobre todo en las siembras tempranas, porque hay mucha humedad en los perfiles de lo suelos, con excesos y anegamientos en muchas regiones y estos son períodos en donde la evapotranspiración es muy baja».

CIMBRONAZO PARA EL AGRO

Las lluvias ya afectan la campaña de granos finos

Anthony R. Deane

Climatólogo/productor

«Este es el fenómeno Niño de la categoría fuerte, más potente de los últimos cien años; faltará piso para el inicio de la siembra de los granos gruesos el mes próximo»

Eduardo Sierra

Climatólogo/consultor

«El fenómeno Niño ya ha dado pruebas tempranas de su poderío al registrarse en los Estados Unidos y Asia; ahora, se aprecia en América del Sur»

Pablo Bressa

Asesor Crea

«La perspectiva para el desarrollo de la cosecha fina es de regular a mala, teniendo en cuenta que el pronóstico de lluvias continuará en los próximos días».

 

fuente: LA NACION