Empresas agropecuarias: qué hay que hacer para obtener rentabilidad en los próximos meses

Cambia el Negocio

El  mercado externo de granos muestra precios a la baja. La lechería, varias economías regionales y la actividad porcina siguen con inconvenientes pese a las medidas tomadas por el Gobierno. La ganadería vacuna es, tal vez, la actividad con menos amenazas de cara a los próximos meses.

lecheria_opt

De la euforia de principios de año se está pasando a un período que el economista Raúl Fuentes Rossi caracteriza como de «moderación de precios en el mercado externo y de una necesaria racionalidad en lo interno». El productor deberá afinar el lápiz para obtener rentabilidad. «El proceso se deberá realizar en un escenario delimitado por la escasez de ingresos, debilidades estructurales y bajo ahorro, que requerirá una conducción asertiva», dice Fuentes Rossi.

Productividad, divino tesoro

«Los valores de los granos se moverán en bandas de moderación, probablemente por un período no corto. Eso genera la necesidad de revisar estructuras empresariales y corregir errores que pasarían disimulados con precios más altos», advierte el consultor. «Internamente transitamos un período de revaluación del peso y una elevada presión fiscal por el alto nivel de gasto público heredado. Ambos factores obligarán a ajustar las empresas a una nueva situación no coyuntural», proyecta Fuentes Rossi. Y añade: «La productividad, la competitividad y las inversiones serán la clave para ser viables en el nuevo contexto. La respuesta a ese escenario es el desarrollo de una capacidad de hacer más con menos y las inversiones deberán destinarse a ese objetivo».

Administración austera

El economista advierte que el financiamiento del elevado costo de vida urbano puede afectar a las pymes del agro, ya que deberá ser atendido con la misma caja de la empresa. «Se impone administrar bien, con un estricto control financiero», aconseja. Se deberán revisar decisiones tomadas en el pasado, ligadas a elevados endeudamientos y a altos costos fijos, que pueden haber generado una pérdida de contacto con la realidad histórica de la empresa. Fuentes Rossi enfatiza que «los cambios deberán evitar erosiones que afecten la estabilidad de la empresa. Diferir la solución de los problemas es un lujo muy caro, pues la realidad toma revancha y se venga si es ignorada».