EXPOAGRO 2015: COMO EVITAR LAS PÉRDIDAS EN COSECHA.

Las condiciones climáticas que enfrentó la cosecha en la campaña pasada fueron el puntapié para la charla previa a la dinámica de cosecha que se llevó a cabo el jueves, el día “Recolectar”, en Expoagro. En la previa, a cargo del técnico del INTA Rafaela Juan Giordano, todos coincidieron en que los excesos de humedad están amenazando también a la recolección de la campaña 2014/15 y el objetivo es reducir las pérdidas de cosecha. Frente a ese panorama, Giordano repasó con los productores presentes el sistema de evaluación de pérdidas precosecha con un aro de 56 centímetros de diámetro. Además, recordó los aspectos a tener en cuenta para realizar en forma adecuada las regulaciones de las cosechadoras.
“El año pasado, en soja, las pérdidas fueron de 158 kilos por hectárea, con máquinas que llegaron a los 200 y 250 kilos, mientras que en el INTA recomendamos no superar los 80 kilos”, señaló Giordano.
“Históricamente –agregó el especialista-, en la cosecha de soja el 70 % de las pérdidas fueron generadas por el cabezal y el 30% restante se registraron por la cola de la máquina, pero el año pasado, con 15, 16 y hasta 17% de humedad aumentaron mucho las pérdidas por cola porque las cosechadoras no estaban reguladas para un grano mucho más húmedo que es más difícil de trillar”. Las recomendaciones que realizó Giordano para evitar esas pérdidas estuvieron centradas en atender especialmente la velocidad de trabajo de los cilindros y de los rotores axiales y la regulación de los sistemas de separación y limpieza de las máquinas.
Respecto de la regulación del cabezal maicero, Giordano remarcó la importancia de evaluar dónde se produce el “despigado”, recomendando que la separación de la espiga ocurra en las 3/5 partes del rotor. “Si se genera antes tenemos el riesgo de perder la espiga –explicó- y si ocurre después ingresa mucha chala y corremos el riesgo de que carguemos de más a la máquina”.

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“También tenemos que tener en cuenta la fractura de las chapas para que no se produzca el mordido de la espiga, que es la principal causa de desgrane en la cosecha de maíz”, agregó el técnico.
Limpieza de los equipos
Las cosechadoras son la principal fuente de diseminación de las malezas, al actuar como vehículos de las semillas entre lotes y establecimientos. Sin duda es uno de los principales problemas que enfrenta actualmente la agricultura. Al respecto, Giordano enfatizó que los productores deben prestar atención a las condiciones de limpieza que presentan las cosechadoras antes de ingresar a sus lotes. Su sugerencia es que cuando llega el equipo del contratista se sopleteen los sectores de la cosechadora donde se suelen acumular las semillas de malezas. Luego hacer trabajar a la máquina con fardos de alfalfa o trigo, limpios de semillas de malezas, y volver a sopletear.
Frente al argumento de que se pierde mucho tiempo en la limpieza del equipo, el especialista indicó que esa tarea no supera los 25 minutos.
Otra recomendación de Giordano fue el uso de neumáticos radiales para evitar la compactación del suelo. Al respecto alertó sobre que esos neumáticos deben ser utilizados con la presión de inflado adecuada. “Generalmente se sobreinflan con lo cual se gasta más combustible y se pierde el beneficio de la cubierta radial ya que de esa forma se genera más presión sobre el piso”.
En movimiento
En la dinámica se presentó la cosechadora de la marca Metalfor, Axial Max 1475, con motor Scania DC9 72A, con una potencia de 350HP nominal y 370HP durante descarga a 1900 RPM, turbo intercooler. El sistema de trilla axial consta de un rotor único con muelas trilladoras, rolo acelerador de dos velocidades y rolo extractor de paja. La capacidad de la tolva es de 10.000 litros y su velocidad de descarga es de 90 litros por segundo. Posee una cabina de alto confort con calefacción y aire acondicionado. Además viene equipada con monitor de rendimiento y mapeo y otro monitor específico que ofrece amplia información del motor y el sistema de trilla. Para este modelo Metalfor ofrece la opción 4×4.
Metalfor llevó a la dinámica dos equipos de esta potente cosechadora. Uno de ellos trabajó en la cosecha de soja y el otro se mostró con un cabezal maicero Ombú CM 2008 para 16 hileras a 52 cm pero que se puede transformar a 12 hileras a 70 cm. El cabezal de Ombú fue destacado en la muestra por su gran capacidad de trabajo, especialmente en maíces volcados. Posee cajas provistas de grasa con excelentes características de lubricación en trabajo y baja fluidez en momentos de parada. Los puntones y capotas son de polietileno de alto impacto con memoria, brindándole menor peso al cabezal y menor roce con la planta.
También participó de la cosecha de soja una Metalfor MA 1360 con sistema de trilla convencional, con capacidad de tolva de 6.000 lts y velocidad de descarga de 63 lts/s.