La diferencia entre fertilizar bien y hacerlo mal puede ser de 7.000 kg/ha

Una vez más Fertilizar demostró las diferencias que hay entre nutrir “como corresponde” un cultivo, y no hacerlo. En las pruebas a campo, ya estimaron casi 7.000 kilos entre un maíz con NPS y el mismo sin ningún agregado.

Afirman que la diferencia entre fertilizar bien y hacerlo mal puede ser de 7.000 kg/ha

La Asociación Civil Fertilizar demostró una vez más las diferencias que existen entre nutrir “como corresponde” un cultivo, y hacerlo de forma insuficiente o directamente no añadir nada.

En esta ocasión, realizaron ensayos demostrativos de fertilización en el campo “El Sosiego” de Alejandro Alegre, ubicado en la localidad de 25 de Mayo, provincia de Buenos Aires.

Si bien aún resta cosechar dichas muestras para saber la cantidad y calidad exacta de la producción, las primeras conclusiones son reveladoras.

Una de las razones por las cuales se desarrolló estos ensayos, es que “en general, el productor tiene una gran heterogeneidad de manejo de nutrición de los cultivos y parece que incurren en una receta a la hora de fertilizar. La mayoría conoce el rendimiento medio que tiene y también el de la zona, pero en los últimos años perdió la noción de hasta dónde puede llegar con sus rendimientos”, comentó Andrés Grasso, Asesor Técnico de Fertilizar

“Notamos que muchos agrónomos y productores están fertilizando con estrategias de hace 15 o 20 años atrás, y no tienen en cuenta que los nuevos híbridos y semillas obligan a aportar más nutrientes para explorar techos productivos. No se puede aumentar los rindes ni la calidad si vamos a manejar nueva tecnología con un paquete de nutrientes de otra generación”, agregó Jorge Bassi, presidente de la Asociación Civil.

Metodología del Ensayo

El campo elegido corresponde a una zona de la región pampeana (límite entre la Pampa Deprimida y la Pampa Interior Plana), con un promedio de lluvias de 900 mm (concentrado en primavera-otoño), y un clima templado húmedo.

El suelo es profundo, arenoso, de aptitud agrícola que se encuentra en un paisaje de cordones medanosos con relieve suavemente ondulado, en posición de crestas de lomas y medias lomas.

Para poder hacer un correcto análisis de los ensayos, Fertilizar estableció un cultivo “testigo” al cual no se le suministró ningún nutriente, otro determinado por las conductas promedio del “productor de la zona”, y un tercer ensayo fertilizado según las “recomendaciones” de la Asociación Civil.  Los cultivos probados fueron trigo, cebada y maíz de primera.

Gráficamente los tres ensayos fueron los siguientes:

cuadro-ensayo-cebada-fertilizar

cuadro-ensayo-trigo-fertilizar

cuadro-ensayo-maiz-fertilizar

Conclusiones

whatsapp-image-2016-11-21-at-17-05-18Se puede observar en los gráficos las estimaciones de Fertilizar sobre la gran brecha productiva, si bien aún no se cosecharon las parcelas. Si se compara las recomendaciones de la Asociación Civil con el testigo (sin ningún tipo de nutriente aplicado), el aumento de producción en cebada es de 2.700 Kg/ha, en trigo 2.000 Kg/ha, y en maíz 7.000 Kg/ha.

Siguiendo con la interpretación de los resultados obtenidos, y comparando la fertilización media del productor de la zona con el recomendado de la Asociación, las diferencias también son notables.

Para el caso de la cebada la brecha es de 1.200 Kg/ha, en trigo 500 Kg/ha, y en maíz 1.500 kilos por hectárea. Esto significa, a precios actuales de la publicación de la nota y teniendo en cuenta los precios disponibles de la Bolsa de Comercio de Rosario, que el productor está perdiendo la posibilidad de ganar 3.000 $/tn de cebada, 1.125 $/tn de trigo, y 3.750 $/tn de maíz.

Una relación que justifica la inversión

whatsapp-image-2016-11-21-at-17-06-52Si bien los resultados de los ensayos demuestran que el productor medio no está explorando sus techos de rendimientos, y por ende, está perdiendo dinero, a la hora de tomar decisiones es muy importante saber cuál es la relación insumo/producto.

Al respecto, el vicepresidente de la Asociación Civil Fertilizar, Mario Suffriti indicó que “el 2016 fue el año en que la relación insumo/producto fue la más baja para los casos de maíz y fosfato diamónico (DAP) y maíz y urea, en los últimos seis años. Es decir, que ésta campaña es la que menos kilos de maíz se necesita para poder comprar un fertilizante”.

Siguiendo con la explicación, Suffriti explicó que “durante todo el año se necesitó menos de 4 kilos de maíz para comprar un kilo de fosfato diamónico, y en el caso de la urea, la relación no llega ni a 2,7 kilos de maíz”.

Del día a campo de Fertilizar también participaron María Fernanda González, Gerenta Ejecutiva de la Asociación, y Martín Díaz Zorita, Coordinador del Comité Técnico.