La economía de la Región Centro todavía no logra despegar

La lechería sigue en crisis y los frigoríficos necesitan un mayor volumen de hacienda. Pero mejoró el nivel de actividad en las fábricas de maquinaria agrícola.

El nivel de faena en los frigoríficos bajó un 7% en los primeros siete meses de este año, en comparación con el mismo período del 2015.

El nivel de faena en los frigoríficos bajó un 7% en los primeros siete meses de este año, en comparación con el mismo período del 2015.

En una compleja transición entre los dos gobiernos, la economía argentina lleva tres trimestres consecutivos en recesión, con sectores estratégicos como la lechería, la industria automotriz y la construcción que siguen sin poder recuperarse.

Esta coyuntura económica tiene un fuerte impacto en la Región Centro. Las ventas en los supermercados, un rubro sensible porque es lo último que resignan los consumidores, cayeron un 10% en los primeros siete meses de este año, respecto de la misma etapa del año pasado.

La tasa de desempleo, además, ya supera los dos dígitos en el Gran Rosario (11,7%) y el Gran Córdoba (11,5%), aunque en el promedio regional es del 9,3%. “Pero hay que tener en cuenta que más de 20% de la fuerza laboral, si no está desempleada, está trabajando menos de lo que quisiera”, reconoce el informe de Indicadores Económicos de la Región Centro que elabora el equipo de Ana Inés Navarro en la Universidad Austral y que se publica en forma trimestral.

El estudio advierte que la severidad de la recesión, el aumento del desempleo y la caída de los salarios reales por la inflación muestran su peor cara en el índice de pobreza, que alcanzó al 32% de los argentinos en el segundo trimestre del año.

“Los datos de una recuperación de la actividad económica en el segundo semestre no son contundentes, pero tampoco inexistentes. Hay algunos brotes verdes que asoman de la mano del sector agropecuario e impactan en la compra de maquinaria agrícola, pick-ups y agroquímicos; también en la construcción a medida que toma ritmo la obra pública”, indica el informe.

La cadena lechera sigue muy complicada. En primer lugar porque el ritmo del ordeñe se contrajo un 17% entre enero y julio en Santa Fe y Entre Ríos (no hay datos oficiales de Córdoba). La principal causa son las inundaciones del otoño y las consecuencias que dejaron en los tambos (algunos establecimientos todavía luchan por volver a producir los mismos litros que antes del diluvio).

El nivel de actividad repuntó en las fábricas de maquinaria agrícola. El rubro que más levantó fue el de las sembradoras.

El nivel de actividad repuntó en las fábricas de maquinaria agrícola. El rubro que más levantó fue el de las sembradoras.

En un contexto en el que se redujo la oferta, el precio de la leche fluida aumento un 45% (julio de 2015 contra julio de 2016) y por primera vez en mucho tiempo los tamberos argentinos cobran lo mismo que los uruguayos (27 centavos de dólar por litro), pero es un número que no les permite salir del rojo y menos en un año tan difícil desde el punto de vista climático.

“Las exportaciones de lácteos cayeron 21% en los primeros siete meses de 2016, en comparación con la misma etapa del año pasado. Los cuatro principales compradores de quesos continúan siendo Brasil, Rusia, Chile y Taiwán, que concentran el 75% de las ventas”, precisa la Austral.

En la cadena ganadera, la carne ahora vale. El precio promedio del kilo vivo de ganado ($ 24,9) en julio tiene una brecha positiva de un 55% en la comparación interanual. “El proceso de retención de vientres, que en el futuro asegura una mayor oferta vacuna, reduce la actual y presiona hacia arriba los precios”, explica el informe. Por supuesto, también influye el mayor valor que tiene el maíz, uno de los principales insumos de la ración en los esquemas más intensivos.

El nivel de procesamiento en los frigoríficos se contrajo un 7% en las tres provincias: el año pasado se habían faenado 1.880.000 cabezas y en 2016 1.735.000 (entre enero y julio).

La faena de aves sigue retrocediendo. Las granjas entrerrianas ya concentran más del 60% de la producción argentina.

La faena de aves sigue retrocediendo. Las granjas entrerrianas ya concentran más del 60% de la producción argentina.

La baja oferta de hacienda, ya que va a llevar varios años más recuperar las diez millones de cabezas que se perdieron entre el 2008 y el 2011, frena las exportaciones. Apenas se embarcaron 139.000 toneladas hasta julio, un 5,6% menos que en el mismo período del año pasado. Las granjas avícolas también bajaron un cambio. Se produjo un 21% menos que en el 2015, con una fuerte concentración en Entre Ríos, que ahora representa el 62% de la faena nacional.

Las ventas de maquinaria agrícola, que mueven la aguja del empleo en localidades como Marcos Juárez, San Francisco y Las Parejas, mejoraron respecto de 2015, que es uno de los peores años en la historia reciente del cluster fierrero.

Según datos del Indec, en el primer semestre se vendió casi la misma cantidad de cosechadoras (330 versus 352 el año pasado), un 15% más de tractores (2.293 contra 1.999) y un 45% de sembradoras (646 versus 445). En este último rubro influyó la venta de equipos para implantar granos finos, que estuvo paralizada por la caída en la siembra del cereal de invierno durante las últimas campañas.

La industria automotriz, que tiene plantas importantes en las afueras de Córdoba y Rosario, registró una caída interanual del 13% y una contracción del 30% en las exportaciones (sobre todo por la crisis del mercado brasileño), con suspensiones de personal en Renault y Fiat.

El sector de la construcción retrocedió un 5% en Santa Fe, un 9% en Córdoba y un 19% en Entre Ríos (entre enero y julio), según los datos de la Universidad Austral.