La OMC ratificó el fallo a favor del biodiesel argentina en el litigio con Europa

Es contra las medidas anti dumping impuestas por el bloque a la producción local.

 

La Organización Mundial de Comercio (OMC) ratificó el fallo a favor de Argentina contra las medidas antidumping impuestas por la Unión Europea a las importaciones de biodiesel argentino desde 2013, y que derivó en la pérdida de un mercado de al menos 1.600 millones de dólares anuales.

El Órgano de Apelación de la entidad multilateral difundió hoy el informe en el que ratifica las conclusiones del panel (tribunal ad hoc), que en marzo sostuvo que las medidas de la Unión Europea sobre los envíos de biodiesel argentino son inconsistentes con la normativa internacional, en respuesta a la controversia iniciada por Argentina en diciembre de 2013.

El informe difundido hoy convalida las recomendaciones del Órgano de Solución de Diferencias (OSD), que en los puntos fundamentales instó a la Comisión Europea a revisar los cálculos efectuados sobre los costos de producción de los biocombustibles argentinos y a mantenerse a derecho en cuanto a las normas de la organización, al advertir que se utilizaron costos mayores a los reales para justificar estimaciones de dumping.

La apelación concluida hoy es la última instancia a la que podía recurrir la Unión Europea en el sistema multilateral, por lo que el bloque deberá ahora levantar las medidas o negociar su levantamiento con las autoridades argentinas en un plazo a establecerse. Al respecto, el gobierno argentino, a través de un comunicado de la Cancillería, instó hoy a la Unión Europea «a implementar rápidamente las constataciones y conclusiones» del informe del OSD ratificado hoy, «disponer, en consecuencia, la pronta reapertura del mercado europeo para el biodiesel argentino».

«Este logro demuestra la importancia de coordinar esfuerzos entre el gobierno y el sector privado y la férrea decisión de la Cancillería Argentina de procurar, a través de todos los mecanismos disponibles, el acceso a los mercados internacionales de  productos argentinos altamente competitivos, como instrumento de desarrollo nacional, destacó el comunicado.

El informe del Órgano de Apelación «posibilitará que los consumidores europeos puedan beneficiarse por la compra a menores precios de un producto de la más alta calidad tecnológica», consideró el presidente de la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio), Luis Zubizarreta, quien confió en que «muy pronto» se reanuden las exportaciones a ese mercado.

La controversia se originó luego de que, en noviembre de 2013, la Unión Europea impusiera un derecho antidumping que implicó, en la práctica, el cierre del mercado europeo al biodiesel argentino, principal productor mundial y por entonces primer abastecedor de aquel mercado.

La medida -interpretada por la Argentina como reacción a la nacionalización de la petrolera YPF por entonces con mayoría accionaria de la española Repsol- que implicó una alícuota de 24,6 por ciento a los biocombustibles argentinos representó una pérdida de exportaciones equivalente a casi 1.600 millones de dólares anuales.

Según la OMC, las medidas establecidas por la Unión Europea son incompatibles con varios artículos del Acuerdo Antidumping, entre ellos el referido al cálculo de costos de producción para determinar la existencia de dumping.

Al respecto, la Argentina había alegado que la Unión Europea no había determinado el precio de producción en base a los registros delo productores/exportadores sino en base a una presunta distorsión de estos valores como consecuencia de la aplicación de las retenciones a la soja.

La OMC aceptó además el argumento de Argentina de que la Unión Europea impuso derechos antidumping «en exceso del margen de dumping que debería haberse establecido».

En cuanto a la determinación de daño, Argentina había alegado que las autoridades europeas también actuaron de manera incompatible con Acuerdo Antidumping, «al excluir determinada capacidad de producción no disponible para su uso» en el cálculo para definir cuánto se producía y cuánto se consumía en el mercado europeo.

«Las autoridades de la UE no basaron su determinación de estos dos factores de daño en un ‘examen objetivo de pruebas positivas, al aceptar los datos revisados presentados por la rama de producción nacional de la UE en una etapa avanzada de la investigación sin asegurarse de su exactitud y fiabilidad», concluyó el OSD.

De esta manera, la entidad rechazó el alegato europeo de supuesto daño de las exportaciones argentinas de biodiesel como causa del elevado nivel de capacidad ociosa que tienen los países de la comunidad europea.

Dos meses después de la decisión del OSD, España decidió no prorrogar la veda que pesaba sobre las compras de biocombustible argentino, que ese país impuso también en 2013 como medida unilateral en represalia por la expropiación de la petrolera YPF a la empresa Repsol, y en sintonía con las medidas antidumping aplicadas por la Unión Europea.

Las restricciones españolas determinaron la pérdida de un mercado de unos mil millones de dólares anuales, ya que España era el principal comprador del biodiesel argentino.

Según el director ejecutivo de Carbio, Víctor Castro, el país quedó afuera del comercio internacional durante los últimos tres años a causa de este tipo de medidas, lo que le implicó pérdidas de casi 1.600 millones anuales, que fue el monto exportado en 2012 a la Unión Europea.

«El daño de la restricción ha sido muy grande» aseveró el directivo al reseñar que la producción de biocombustible en 2015 alcanzó los 1,8 millones de toneladas que fueron orientadas básicamente al mercado local, a pesar de contar con una capacidad instalada de 4,5 millones de toneladas anuales.

La Unión Europea también fue demanda por Indonesia hace un año por las misma medidas antidumping que Bruselas aplica a los envíos de biocombustibles desde ese país asiático.