La seca mantiene en vilo a los productores

Los cultivos están sufriendo estrés hídrico

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Sojas vulnerables

Los maíces de segunda sembrados a principios de diciembre llegan a la altura del alambrado o menos y están sufriendo severo estrés hídrico. Algunos productores están pidiendo condiciones a los contratistas para picarlos si no llueven los próximos diez días. Las sojas de primera están ingresando al estadio R4, de máximo requerimiento hídrico. Si no llueve en esta fase, el rendimiento se resiente. «Hay muchos cultivos sufriendo, sin crecimiento, con las hojas caídas, sobre todo en las lomas», observa un técnico de Rufino.

Maíz en problemas

Es el único tema de conversación entre los productores: la seca que castiga amplias zonas de las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y La Pampa, entre otras. Para tomar un caso, en el sur de Santa Fe los maíces de primera se alejan de los rindes de tendencia y los agricultores ven que la producción se empieza a achicar de manera importante: estiman 70-80 qq/ha en los mejores lotes, según el agua que capturen en las próximas semanas. En los potreros más flojos se habla de «media cosecha».

Ventas frenadas

Los cultivos de segunda están cerrando el entresurco y empiezan a tirar algunas flores. Están sufriendo menos que los de primera porque tienen menos requerimientos hídricos, pero recibieron sólo 100 mm durante su desarrollo, con el perfil seco. La incertidumbre sobre el rendimiento final del maíz frena las ventas anticipadas de grandes volúmenes. Además, «en años de bajos rindes, hay que considerar que en los campos se consume con hacienda mayor proporción de la producción total», recuerda el técnico.

 

Impacto ganadero

En los campos ganaderos, la seca está acortando la vuelta del pastoreo rotativo de alfalfa. Los perfiles están secos por el «bombeo» de agua que hace la leguminosa desde las capas profundas. Los maíces para silo también sufren la falta de agua: los rendimientos pueden ser 50 por ciento de los obtenidos en años anteriores. Esta realidad se refleja en el precio de la invernada, que bajó porque empieza aparecer la oferta estacional y no hay seguridad de tener la plata para comprar lotes grandes de terneros.