La soja en la región núcleo tiene una caída de 25% en calidad

Tras el temporal de más de 20 días, aún queda por cosechar 75% del área sembrada con soja en el país. Advierten que puede haber más recortes en los rendimientos

 Las lluvias persistentes complicaron una campaña que se perfilaba entre las mejores para la soja local

Las lluvias persistentes complicaron una campaña que se perfilaba entre las mejores para la soja local

Gran parte de la soja de la zona núcleo productiva (sur de Santa Fe, sur de Córdoba y norte de Buenos Aires) tiene problemas de calidad. En esa región, todavía falta cosechar el 58% del área sembrada y la tarea enfrenta el «escenario más difícil» de la historia regional.

Aunque no hubo cambios en las estimaciones, oficiales y de entidades privadas, sobre la producción final de la oleaginosa –ayer la Bolsa de Cereales de Buenos Aires mantuvo en 56 millones de toneladas su previsión–, el temporal de lluvia casi permanente que afectó a gran parte del área agropecuaria durante 20 días dejó baja de rendimientos y en la calidad de los granos. La entidad porteña, además, estima que habrá una pérdida en total de un millón de hectáreas hacia el final de la campaña.

De las 21 millones de hectáreas que se sembraron con soja en este año agrícola, se calcula que unas 7 millones de toneladas aun tiene problemas de anegamientos o está directamente inundados.
En su reporte, la Guía Estratégica del Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) explicó que un cuarto de la calidad de soja está afectada en la región núcleo.

«Los granos dañados varían entre 5% y 80%, siendo las más afectadas las variedades cortas. Granos podridos, chuzos, livianos, brotados y húmedos, se suman a las pérdidas que se despliegan por el desgrane y por las colas de las cosechadoras», indicó el informe.

Los especialistas rosarinos indicaron que «las plantas están en condiciones muy vulnerables y las pérdidas por desgrane pueden ir en aumento». Y plantearon que «el productor sentirá dos niveles de pérdidas en esta campaña: la caída de los rindes y el castigo en el precio por la calidad, que está lejos de los estándares».

En esa línea, la Bolsa de Cereales porteña remarcó que «gran parte del núcleo sojero se encuentra en mayor o menor medida afectada por pérdidas de rendimiento y merma de calidad del poroto».
«Las pérdidas directas por inundaciones son importantes solo en sectores delimitados», ya que en muchas áreas se ingresó a cosechar aun con anegamientos, lo que produjo «una recolección de granos con excesiva humedad, pero minimizando las pérdidas directas de área», señaló el reporte semanal del la BCBA, que mantuvo sin cambios su estimación de producción final. Pero, tras remarcar que aun resta cosechar 75% del área sembrada con soja, no descartó el riesgo de «registrar nuevos recortes sobre la actual proyección de producción, una vez que la recolección retome fluidez y se pueda precisar con mayor exactitud las mermas de rinde y las pérdidas lotes».

En ese contexto, el relevamiento de la BCR indicó que las labores de cosecha se realizan, de manera lenta, «entre barro y anegamientos» y cuando las máquinas ingresan a lotes «con panoramas desoladores». En el centro-sur de Santa Fe y el sureste de Córdoba, las áreas más golpeadas, presentan caídas de rindes de hasta 10 quintales por hectárea, mientras en el norte bonaerense, el área que menos afectada por el temporal, los relevamientos dan cuenta de una baja en los rendimientos de hasta 4 quintales por hectárea, expuso GEA.

«El productor sentirá dos niveles de pérdidas en esta campaña: la caída de los rindes y el castigo en el precio por la calidad, que está lejos de los estándares», planteó el trabajo.