Mercado Internacional sigue poniendo la mira en la Ola de Calor que afecta al trigo.

A los problemas ya vistos en Europa, la zona del Mar Negro, Australia y parte de EE.UU., se sumó que las lluvias del monzón en India vienen por debajo de lo normal, lo que podría llevar a ese país a bajar derechos de importación. India es el principal consumidor de trigo del mundo con más de 95 millones de toneladas, pero a la vez uno de los principales productores, por lo que se autoprovee del cereal. Sin embargo, la producción y el consumo siempre están muy cerca, por lo que en años con problemas climáticos se ve forzada a salir a comprar en el mercado internacional.

En nuestro país, las condiciones climáticas para el trigo son buenas. La humedad de los suelos permitió una siembra muy rápida, que ya está concluyendo, y las temperaturas bajas están generando un desarrollo inicial muy bueno.

Esto nos coloca en la ventajosa situación de contar con muy buenos precios y perspectivas holgadas de producción. De todas formas, no debemos olvidar que con una producción de 20 millones de toneladas la presión de cosecha puede ocasionar bajas en el primer trimestre.

En cuanto a la soja, la guerra comercial entre EE.UU. y China  parece haber finalmente quedado descontada en los precios. Los valores de la soja FOB EE.UU. están operando entre 50 y 60 u$s/t por encima de la de Brasil, lo que hace que para el grueso de los compradores, EE.UU. sea el origen más conveniente. Sin embargo, el 25% de derecho de importación que estableció China encarece la soja norteamericana  unos 85 u$s/t, por lo que para China la soja norteamericana está más cara que la de Brasil. Esto reorientó el comercio: China presiona con compras sobre Brasil, se retira de EE.UU., eleva el precio sudamericano, y el resto de los compradores dejan de adquirir mercadería en nuestra región para hacerlo en EE.UU.

Localmente, esta coyuntura se produce en un año en el que la producción perdió 20 millones de toneladas de su potencial. Al momento estimamos que quedan en poder del productor unos 9 millones de toneladas de soja cuando el año pasado estábamos en cerca de 30 millones de toneladas. Esto hace que los precios internos estén muy altos, desalentando la exportación. La menor producción Argentina generó tensión en la oferta y demanda mundial de harina y aceite, pero como la materia prima está muy cara localmente y muy barata en EE.UU., quien aprovecha esta circunstancia es Norteamérica.

En el caso del maíz, tuvimos pocas noticias a nivel externo, lo que dejó al mercado siguiendo las alzas de trigo desde lejos. Lo bueno es que la demanda internacional sigue firme, lo que se pudo ver con las buenas exportaciones semanales de EE.UU. Localmente, la trilla entra en etapas finales, y la oferta va bajando. También lo hacen los buques a cargar, pero se ve interés en comprar maíz para meses diferidos.

Fuente: Agrofy News.

(*) Del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral.