Nueva era: la carne argentina otra vez ante los ojos del mundo

Michelle Jin, directora ejecutiva de una firma china, vino para analizar al país como su eventual proveedor

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Michelle Jin, una empresaria china vinculada con el negocio de la carne, pasó hace unos días por la Argentina. Visitó el frigorífico Rioplatense y un campo ganadero en General Madariaga, entre otras actividades. Del frigorífico la sorprendió, dijo, la limpieza del lugar y que se podía seguir la trazabilidad de los animales. Del campo en Madariaga destacó un rodeo Angus, de muy buen estado, excelente sanidad y en óptimas condiciones de trabajo en materia de bienestar animal. «Me gustó ver Angus trazado; me gusta ver productividad, calidad y trazabilidad», contó.

Jin es directora ejecutiva de Westwell, una compañía que, entre otros productos, en Australia compra carne de calidad para comercializar en el mercado chino. Su división de carne nació hace 18 meses. Importa de 40 a 80 toneladas por mes. Vende para hoteles, restaurantes, supermercados y también abrió hace seis meses la veta de la comercialización de carne a través de Internet. El negocio de Westwell factura US$ 15 millones.

En realidad, esta firma es subsidiaria de una empresa privada más grande en China: Xiamen Sumpo Group, vinculada con la electrónica y que también en el gigante asiático tiene un rubro de agroalimentos con lo cual faena 300.000 pollos por día y 10.000 cerdos diarios. Todo el grupo mueve US$ 5000 millones.

Foto:LA NACION

La empresaria vino al país para eventualmente analizar si aquí puede encontrar una nueva fuente de abastecimiento. Puede decirse que Jin representa, de algún modo, un caso entre tantos otros empresarios del mundo que están poniendo un ojo en la Argentina luego de la eliminación de las restricciones para exportar, la quita de las retenciones y la mejora en la competitividad con la devaluación.

«Estamos buscando calidad en el mundo. Claramente hay un cambio en la Argentina; tenía las exportaciones cerradas y ahora está con mejores condiciones, competitiva», afirmó Jin.

En Australia, la empresa puso su foco sobre la raza bovina Wagyu. De hecho, allí tiene un acuerdo con el principal productor, que domina el 80% del mercado productivo. Jin aprecia a Wagyu por el marmoleado de su carne. También importa Angus. Si bien lo que hoy compra son animales más pesados de los que vio aquí, consideró útil el Angus con el que se encontró. «Veo animales con mucha carne. El potencial es enorme», remarcó.

Para Jin, en la carne no solo debe haber calidad, sino también consistencia y continuidad en esa calidad. Esos son los atributos en los que se fija a la hora de cerrar un negocio para abastecer de carne a sus clientes.

«Puede ser Angus o Hereford, pero lo que importa es la continuidad de la calidad, que sea consistente. Hacemos foco en eso porque nuestro proyecto es de largo plazo y tiene que ver con lograr una calidad estándar», precisó.

A la empresaria la convenció de venir al país Facundo Mendizabal, presidente de Parallel SA, empresa nacional dedicada al comercio exterior, representante de firmas y comercializadora y distribuidora en el país de los productos de la línea Philips Avent y los recipientes térmicos marca Stanley. Su empresa cuenta, además, con una unidad de producción agropecuaria con énfasis en ganadería de ciclo completo en establecimientos ubicados en Buenos Aires y Entre Ríos. Mendizabal conoce a Jin de haber compartido estudios en la Harvard Business School y un programa para dueños y presidentes de pymes.

«El planteo fue convencerla por la oportunidad y el momento de la Argentina. Creemos que hay que agregar valor en la cadena», dijo Mendizabal.

Para Jin, que además de expandirse en el sudeste asiático está planeando crecer en Medio Oriente, en su país la gente se está «cambiando» a la carne vacuna. Allí, según sus cálculos, un 8% de los 60 kilos de carnes que se consumen (lidera el cerdo y luego el pollo) corresponde a carne vacuna. Recuerda que hace unos cinco años la porción de carne vacuna rondaba el 2 por ciento.

«El consumo de carne de calidad está subiendo; se consume más en hoteles, en restaurantes con la clase media, en supermercados y con productos preparados», precisó. Contó que la figura del chef allí es muy importante para conquistar el negocio porque éstos se van sofisticando en la elaboración de los menúes. Dijo que allí los chefs suelen preferir trabajar con tamaños grandes de carne, lo cual no significa necesariamente que venga de un animal muy grande, y procuran realizar un cuidado trabajo de cocción.

«Nosotros también vendemos al consumidor directo a través de e-commerce. Empezamos a hacerlo hace 6 meses. Lo hacemos para educar al consumidor, darle recetas de qué hacer con la carne y que conozca nuestra carne premium. La logística la hace otra compañía», indicó.

fuente: La Nación/Rural