Pagani coincidió con Macri: «Argentina debe ser el supermercado del mundo»

El presidente del Grupo Arcor opinó que el consumo masivo en el país podrá recuperarse y retornar a sus mejores niveles «en tres o cuatro años».

El presidente del Grupo Arcor, Luis Pagani, opinó que el consumo masivo en la Argentina podrá recuperarse y retornar a sus mejores niveles «en tres o cuatro años» y expresó que el «sueño» de la empresa alimenticia, que cumplió 65 años, es establecer una planta productora en Oriente.

En un encuentro con periodistas, en el museo Malba, de la ciudad de Buenos Aires, Pagani, estimó, desde el punto de vista de la economía argentina en general, que el PBI caerá este año entre 1% y 1,5% y consideró que en 2017 se recuperará 2%.

El empresario, un contador de 59 años, dijo que Brasil, el principal socio comercial de la Argentina, que ahora padece una seria crisis política y económica, podrá superar su situación pasado el mes de agosto y a partir de esa época «no caerá más».»La economía brasileña está más recesiva que la argentina y la situación que padece ese país nos complica porque somos complementarios», reconoció.

Arcor nació en 1951 en la ciudad cordobesa de Arroyito, es una de las pocas multinacionales argentinas, principal exportadora mundial de caramelos duros, la más importante empresa alimenticia del país, que emplea en la Argentina y en el exterior a más de 20.000 personas, en tanto que en 2015 su facturación ascendió a 3.200 millones de dólares.

En los últimos años Arcor tejió una serie de alianzas estratégicas con distintas empresas que le favoreció su producción y distribución por distintos mercados, entre ellas se encuentra la panificadora Bimbo y Coca-Cola.

Respecto de su asociación con La Serenísma, la opción de compra de la láctea se extiende hasta 2020 y cerca de esa fecha podría adquirir el control de la compañía.

Pagani definió que Arcor divide su negocio en tres sectores principales, como el consumo masivo, el packaging -que le permite envasar sus productos- y la agroindustria, de azúcar, leche y fructuosa, las materias primas de su mercadería.

La compañía cuenta con cinco plantas en Latinoamérica y exporta sus golosinas a 120 países.

Recordó que a fines de julio inaugurará con la presencia del presidente Mauricio Macri una planta de fructuosa en Arroyito, en la que la empresa destinó una inversión de 70 millones de dólares.

Respecto del reciente lanzamiento del deuda por más de 300 millones de dólares a una tasa del 6% dijo es que «una apuesta para la Argentina» y que «siempre está en los planes» de la compañía su lanzamiento a la bolsa.

Respecto de los resultados del consumo de productos de Arcor dijo que el primer semestre de este año tuvo un «flojo desempeño» con una caída del 2% en toneladas de cantidad vendida y sostuvo que lo que más se nota es en los productos premium.

Luego de dialogar con los periodistas, Pagani participó de una suerte de celebración en la sala de cine del museo, donde se exhibieron seis cortos publicitarios que abarcan a todos los eslabones de producción de la compañía, desde los productores, los empleados, los distribuidores y los consumidores.

También sostuvo que un «proyecto en cartera» de la compañía es elaborar baby food -comida para bebés- y su «sueño» es establecer una planta productora en Oriente por la importancia de ese mercado desde el punto de vista de la cantidad de consumidores.

«Luego del sueño viene su concreción», estimó y comentó que países como Japón o Corea no son tan complejos como China, en función de las modalidades de sus intercambios comerciales.

«Argentina debe ser el supermercado del mundo» dijo Pagani y consideró que la apertura económica de la actual administración hace que el país no deba defraudar esas expectativas.

Luego, el gerente de consumo masivo de la compañía, Marcelo Siano, dijo que el rubro de los turrones tuvo un «crecimiento explosivo» y «creció sin pausa» en los últimos 10 años, por su valor calórico y su bajo precio.

Dijo que la retracción del consumo hace que las ventas internas (del productor al distribuidor mayorista) «no sean tan malas» como las del canal minorista.