Para Echevehere, Argentina comienza a cobrar protagonismo en el Mercado de Carnes.

Se lleva a cabo en Dallas, Texas, el XXII Congreso Mundial de la Carne, y cuenta con la participación del ministro de Agroindustria de la Nación, Luis Miguel Etchevehere, quien fue orador ante referentes y profesionales de los países más relevantes en la producción de carne bovina, ovina y porcina.

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 Etchevehere destacó el «desarrollo del sector ganadero», y consideró que se trata de «una actividad productiva estratégica, fundamental, emblemática y generadora de puestos de trabajo en la Argentina».

En este sentido, el Ministro destacó que desde Argentina «podemos hacer frente a estos desafíos ya que nuestra larga tradición en la actividad ganadera y su crecimiento a lo largo de los años fueron acompañados e impulsados en forma simultánea por el desarrollo de una genética de avanzada, adaptada a diferentes condiciones ambientales, como resultado de la incorporación de las destacadas líneas sanguíneas y su posterior selección».

«Argentina se ubicó nuevamente dentro de los 10 principales exportadores mundiales de carne vacuna. En los últimos dos años, nuestras exportaciones crecieron un 57% en volumen, alcanzando 308 mil toneladas en 2017, registrando un ingreso de divisas total al país de USD 1.284 millones«, remarcó Etchevehere a la vez que indicó que «la producción porcina alcanzó un récord de producción en 2017, aumentando un 8,4% interanual».

«Estas cifras positivas dan cuenta de la capacidad que tenemos como país para crecer si se acompaña a la cadena productiva con políticas claras consolidando a la Argentina como un socio confiable y de largo plazo para proveer alimentos seguros, sostenibles y de altísima calidad que se ajustan a las más altas exigencias del consumidor actual», subrayó el Ministro.

El Ministro señaló que «uno de los ejes centrales de nuestra política es la reinserción inteligente al mundo» y mencionó los desafíos actuales y próximos de la ganadería a nivel global, relancionándolo con la seguridad alimentaria, la necesidad de garantizar una producción sostenible, la importancia de continuar avanzando en materia de innovación y la relevancia de un sistema de comercio internacional justo y «libre de distorsiones y restricciones».