Patentes, Monsanto amenaza con retirar transgénicos del país

Según el artículo del The Wall Street Journal, la mayor compañía de semillas del mundo, Monsanto al tener problemas para cobrar a los agricultores por el uso de su tecnología de semillas, retiraría los trangénicos de la Argentina.

Monsanto dijo que podría retirar sus semillas biotecnológicas de soja de Argentina, uno de sus mayores mercados internacionales, en momentos en que enfrenta problemas para cobrar las regalías de las semillas y sufre por la devaluación del peso.

 

El gigante estadounidense de semillas negocia con el gobierno argentino un plan para cobrar regalías que la empresa estima necesarias para recuperar su inversión en soja transgénica que puede repeler gusanos destructivos. Monsanto empezó a vender el producto en Argentina hace dos años.

 

El gobierno del presidente Mauricio Macri, electo en diciembre, ha cuestionado el modelo de cobro de regalías de Monsanto, bajo el cual algunos agricultores pagan por adelantado y otros cuando entregan sus cultivos a los elevadores de granos y a los exportadores.

 

Tales inquietudes, junto con la persistente caída del peso argentino, han llevado a Monsanto a replantearse su negocio de semillas biotecnológicas en el país, dijo el martes un alto ejecutivo de la compañía.

 

“Estamos realizando una revisión exhaustiva de nuestro plan de negocios allí”, señaló Michael Frank, director general de comercio de Monsanto, durante una conferencia con inversionistas. El Ministerio de Agricultura de Argentina y la embajada argentina en EE.UU. no comentaron de inmediato sobre el tema.

 

Monsanto evalúa los pasos a seguir en Argentina mientras aborda desafíos en otros mercados extranjeros. La Unión Europea, por ejemplo, aún no ha aprobado una nueva variedad de soja de Monsanto para exportación, lo que ha generado dudas entre algunos exportadores de granos de que las exportaciones se interrumpan si la UE no otorga el visto bueno antes de que los agricultores estadounidenses empiecen a cosechar los cerca de las 800.000 hectáreas que Monsanto estima serán plantadas este año.

 

En India, mientras tanto, una empresa conjunta entre Monsanto y una empresa local de semillas revisa su negocio de semillas en el país luego de que el gobierno implementara controles de precios sobre el algodón transgénico.

 

Argentina ha pasado a ser uno de los mayores productores mundiales de cultivos y un mercado cada vez más importante para empresas que venden semillas y pesticidas a los agricultores, como Monsanto, DuPont Co. y Syngenta AG. El país representó 5,8% de los US$15.000 millones que Monsanto facturó en 2015. Incluyendo tanto semillas como herbicidas. La empresa no revela las ventas de semillas de soja en el país.

 

Argentina había acogido las semillas genéticamente modificadas y representa cerca del 13,6% del total de hectáreas sembradas con cultivos biotecnológicos en 2015, según el Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas. No obstante, Monsanto, la mayor compañía de semillas del mundo, ha tenido problemas para cobrar a los agricultores por el uso de su tecnología de semillas transgénicas en Argentina.

 

El gobierno permitió a los agricultores guardar la soja cultivada con las semillas Roundup Ready de Monsanto, que permiten que las plantas no sean afectadas por el herbicida de la compañía. Monsanto indicó que no prevé obtener el pago de regalías por estas semillas.

 

La empresa busca otro desenlace con sus nuevas semillas de soja, llamadas Intacta RR2, que según la empresa permiten que las plantas de soja resistan los gusanos y Roundup, y rindan más que las semillas anteriores del fabricante. Frank dijo el martes que “una mayoría de los elevadores” están probando la soja para determinar si contiene los nuevos genes de Monsanto. Esta clase se pruebas son parte de un sistema que Monsanto asegura es legal en Argentina y que trata de garantizar el pago por la tecnología de Monsanto, además de hacer nuevas inversiones en semillas adaptadas al suelo argentino. “Seremos muy diligentes en nuestros esfuerzos para asegurar nuestra inversión y nuestra propiedad intelectual allí”.