Por qué el trigo deja una baja rentabilidad o pérdidas

 La rentabilidad del trigo no luce atractiva y en algunas regiones los números para el cultivo son negativos.

Según un informe de Zorraquín + Meneses, asumiendo en todos los casos que el cereal comparte al 50% el costo del gerenciamiento y del valor de arrendamiento con un cultivo de segunda, en el sudeste bonaerense el cereal deja en campo propio un margen neto de 186 dólares por hectárea. Con alquiler ese resultado se achica a 36 dólares por hectárea y la rentabilidad es del 7 por ciento.

En el oeste bonaerense, el margen neto en campo propio es de 51 dólares por hectárea. Con arrendamiento pasan a perderse 74 dólares por hectárea, mientras que la rentabilidad muestra un quebranto del 17 por ciento.

En tanto, para el sudeste cordobés el margen neto es positivo en campo propio en US$ 135 por hectárea, pero pasa a terreno negativo en 65 dólares por hectárea con alquiler. Con esto último la rentabilidad es negativa en 12 por ciento.

«La rentabilidad prevista del trigo no es demasiado atractiva y será clave que las empresas exportadoras busquen destinos para colocar todo aquello que no se consuma en el mercado interno», señala el trabajo.

Según el reporte, con US$ 165 por tonelada el precio está 3,5% por debajo de igual fecha del año pasado.

En este contexto, siguen negociándose los alquileres de la nueva campaña. «Se observa un mercado de arrendamientos sostenido con valores similares o con subas del 10% al 20% en el valor a pagar para los lotes destinados a agricultura. Este aumento se refiere en valor soja, en quintales o toneladas por hectárea, o sea que el valor en dinero depende del valor de la soja. Este mercado sostenido no aplica a una gran cantidad de campos que siguen muy afectados por excesos de agua, en los que todavía se está cosechando o que tienen los caminos en muy mal estado. En esa zona se hará poco trigo, y se postergan las negociaciones hasta que aclare el panorama», indica.

CAMPO / LA NACION