Afirman que la zona núcleo goza de «buenas reservas hídricas»

Gran parte de la zona núcleo ingresa a la última semana de enero con importante margen de reservas. Las mismas permitirán sobrellevar la ola de calor que sobrevendría desde el domingo.

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Según el CCA para Granar, «el paso pluvial que lleva el mes de enero, más el arrastre del acumulado anual de 2014, generan un contexto hídrico sobrado y poco común para esta época del año. En general el tránsito de diciembre para enero suele marcar el momento de mayor incerteza en el comportamiento de las precipitaciones y sobre todo cuando las mismas fallan, la presión en la demanda de lluvias sobre el mes de febrero se refleja rápidamente en los mercados».

Como puede apreciarse en el mapa, salvo la zona de influencia de Venado Tuerto (posiblemente menor a la que queda configurada en el mapa), es muy vasto el sector donde no hay ninguna demanda de precipitaciones para las próximas dos semanas. Es decir la zona podría mantenerse con la humedad que dispone para transitar hasta los primeros días de febrero, sin que esto se transforme en un deterioro significativo del estado de los cultivos.

En cierta forma el mapa dimensiona la muy favorable condición en que la soja ingresará a su período de definición. Dentro del área donde no se perciben deficiencias hídricas, existen sectores que aún presentan excesos y anegamientos, los cuales seguramente se irán consumiendo en los próximos días.

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De acuerdo a las previsiones, es altamente probable que gran parte de la región pampeana  ingrese en un período de temperaturas exigentes y posiblemente se defina la primera ola de calor de la temporada. Esta ola de calor será aún más intensa en el norte del país, donde la situación hídrica es bastante más ajustada, con disparidad de situaciones, pero en general con mucho menor margen hídrico que la región pampeana y por lo tanto con un impacto más importante sobre la situación de cultivos que transitan su estado de mayor demanda. Dentro de este panorama que marca el avance próximo de una ola de calor, también hay que decir que la atmósfera se encuentra con una alta carga de humedad, consecuentemente el ambiente cálido y húmedo seguramente será acompañado por lluvias asociadas a tormentas de rápida dinámica, las cuales tendrán una distribución temporal y espacial aleatoria a lo largo de los próximos cinco días. El NOA, se perfila como una zona muy activa en este sentido, pero también la región pampeana va a recibir este tipo de eventos, por cierto mucho más heterogéneos en la distribución de agua que cuando se trata de lluvias asociadas al avance de sistemas frontales. El ambiente cambia a mediados de semana, pero nuevamente regresan las altas temperaturas para finalizar el mes de enero y consolidar un período térmico asociado a condiciones típicas de verano. Es decir, un período más exigente que las que ha venido mostrando diciembre y lo que va de enero.

Por lo pronto la campaña en la zona núcleo avanza de manera holgada, pero como mencionábamos en el artículo de ayer: “mientras se mantenga la anomalía positiva en el Atlántico y la dinámica atmosférica sea capaz de transportar eficientemente la humedad, el este de la región pampeana, seguirá en el epicentro de los máximos pluviales. Esto puede garantizar la demanda de agua de los cultivos, pero a la vez debe servir como advertencia para definir las estrategias para enfrentar enfermedades de fin de ciclo y posiblemente un escenario con dificultades a cosecha”.

El monitoreo de la situación debe ser permanente y más allá de las variabilidad que presenten los sistemas precipitantes en su distribución espacial y temporal, es muy probable que gran parte de la Mesopotamia, centro norte y sudeste de SF y el noreste de BA, tiendan a  ser foco de la sobreabundancia pluvial. A media que nos desplazamos hacia el oeste y hacia el sur, esta sobreoferta de agua se modera,  incluso generando en zonas como el este de CB, escenarios optimizados en la disponibilidad de humedad.  En principio el resto de la campaña sería más ajustado sobre el oeste de la provincia mediterránea, norte de LP, noroeste y centro oeste de BA.

«Las recientes precipitaciones han generado mejoras parciales en el sur de LP y el sudoeste de BA, por lo cual la gruesa en la zona sigue encaminada a rendimientos muy irregulares, en general por debajo de magros valores normales que habitualmente obtiene este sector», concluyó la Consultora Climática Agrícola.