Agroideas: Costos cada vez más complicados de cerrar, según Federico Santángelo.

El viernes de la semana pasada, la Sociedad Rural de Jesús María fue invitada a participar del “Ciclo de Charlas Granaderas” realizado en la Bolsa de Cereales de Córdoba. En el marco de dicha jornada -moderada por el vicepresidente de FIFRA, Daniel Urcia-, el director de Agroideas SA, el Lic. Federico Santángelo, hizo referencia a la evolución de los precios en el negocio de ganados y carnes.

“A inicios de la gestión de Macri, la ganadería tuvo un salto de casi el 40% en la suba de precios. No obstante, desde el 2017 en adelante, los valores empezaron a retrotraerse considerablemente. Sin ir más lejos, a principios de este año, decíamos que era un momento complicado para la ganadería. Hoy, ya me atrevería a decir que es un año malo porque el criador vuelve a estar en una situación difícil, símil a lo que ocurrió diez años atrás cuando era el eslabón perdido y el último orejón del tarro de la locomotora”, arrancó diciendo.

LA DECLINACIÓN DE LOS PRECIOS

Según el Magister en Agronegocios, el precio de la hacienda repuntó significativamente en el mes de septiembre y la actividad empezó a mostrar signos de recomposición. “Esta suba importante del precio de la hacienda fue como consecuencia del efecto dólar y porque la faena cayó muchísimo. Al caer la oferta de carne, el novillo y el ternero tuvieron picos de 54$ y las vacas llegaron a los 40$”, precisó.

Sin embargo, durante octubre y noviembre los valores volvieron a retrotraerse por un nuevo exceso de oferta. “Así como en septiembre se dio una de las faenas más bajas, en octubre se volcó al mercado todo lo que no se vendió ya sea por retención o por expectativas. Fue la faena mensual más alta desde el 2010 en adelante”, prosiguió.

EL PROTAGONISMO DE LAS HEMBRAS

Tomando como referencia los datos proporcionados por Santángelo, en los primeros diez meses del año se faenaron 660.000 cabezas más que en 2017. “Se evidencia un 6.5% más de faena en lo que va del año. Y si tenemos en cuenta las diferentes categorías, se están faenando muchas más vacas que terneros y novillos (…) Mientras que durante este último tiempo las hembras representaban el 65% del incremento de faena, en octubre y noviembre pasaron a representar el 85%”, recalcó.

No obstante -y pese a los elevados niveles de faena-, los valores de las hembras son los que más aumentaron en 2018. “Es la única categoría que ha copiado prácticamente el precio de la devaluación del dólar. Evidentemente, el hecho de que haya subido entre un 60 y 80% es efecto de las exportaciones a China”, se explayó el consultor.

Ahora bien, ¿es preocupante este nivel de faena en las hembras? De acuerdo a Santángelo, estaríamos entrando en un proceso de liquidación de vientres en caso de que la faena llegara a ubicarse por encima del 45%. “Hoy estamos cerca del 45, 46%. ¿Es para alarmarse? Me parece que ya empieza a ser un semáforo en amarillo. ¿Por qué?  Porque lo que estamos viendo en estos momentos es que el precio general de la hacienda no se ha movido y se han encarecido la mayoría de los costos”, manifestó.

En ese sentido, si los precios no llegaran a subir hasta marzo de 2019, claramente los productores entrarían en un proceso de liquidación de vientres. “Tendríamos una faena por arriba del 47, 48%. En ese caso, el productor va a tener que salir a vender lo que sea para cubrir sus costos. Es decir, necesita vender cada vez más hacienda para mantener el mismo nivel de gasto”, aclaró el director de Agroideas.

¿INVERTIMOS EN NOVILLOS DE EXPORTACIÓN?

Históricamente, el precio del consumo interno marcó el techo de los precios de hacienda. Sin embargo -y por primera vez en 10 años-, el precio del novillo de exportación está a niveles más altos hoy en día. “A fines de noviembre -y desde la suba de esta nueva devaluación-, el precio del novillo no cayó tanto como el del consumo interno (…) A esto no lo veíamos desde hace años”, afirmó Santángelo.

¿El novillo de exportación empieza ser la categoría más rentable? Para el licenciado, es un gran incentivo el hecho de que el novillo haya alcanzado valores más elevados. No obstante, hay que ver qué pasa en el mediano plazo. “Hacer un novillo de exportación requiere mucho más tiempo. Hoy, con estas tasas de interés, el tiempo es plata y hay que ver cuántos productores pueden aguantar tener el novillo en el campo durante seis meses más, un año más”, concluyó el consultor.