Bioenergía: con destilerías de pequeña escala

El INTA presentará dos casos que utilizan biomasa para producir gas, bioetanol y subproductos

Impulso para las energías renovables foto: LA NACION

Debido al amplio potencial de producción de biomasa que el país podría parovechar en expandir el desarrollo de la bioenergía, el INTA presentará en Expoagro dos casos concretos y exitosos, donde la energía se recicla en productos con agregado de valor.

El primero es el de la empresa nacional Porta Hermanos, que desarrolló un modelo de destilería a pequeña escala totalmente automatizada -denominado «MiniDest»- para producir bioetanol y burlanda a partir de maíz. El proyecto fue reconocido con medalla de oro en la quinta edición del premio Ternium Expoagro a la Innovación Agroindustrial.

«MiniDest surgió de buscar la máxima eficiencia en cada litro de alcohol. Llegamos a la conclusión de que, si eliminábamos los fletes de granos y subproductos, era posible conseguir el mayor impacto. Esto supuso el desafío tecnológico de crear una estructura industrial capaz de funcionar en el campo y ser operada en forma remota», explicó José Porta, presidente de Porta Hermanos.

A diferencia de las grandes plantas, este tipo de ingeniería simplifica los circuitos de logística, reduce costos y puede combinarse con actividades como feedlots o tambos, donde es posible aprovechar la burlanda -subproducto del maíz- en las dietas animales.

Las minidestilerías muelen hasta 40 toneladas de maíz por día -equivalentes a 14.500 toneladas anuales- con un excedente proteico que podría abastecer a unos 3000 novillos en engorde, con una ración que incluye un 40 % de burlanda húmeda. «Estas plantas generan un ahorro significativo en fletes, en tanto el maíz y la burlanda se procesan en origen y habilitan el transporte de productos con mayor valor agregado como novillos o bioetanol», explicó Mario Bragachini, especialista en agregado de valor del INTA Manfredi.

Sorgos que hacen explosión

Otro de los casos del INTA que se presentará en Expoagro, tendientes a la utilización de biomasa como «combustible» para la agroindustria es el caso de la Cooperativa de Tamberos de Comercialización e Industrialización Ltda. Manfrey, donde unos 100 productores asociados elaboran lácteos para el mercado nacional.

El emprendimiento viene a suplir una carencia: la zona, ubicada en el este de la provincia con poco más de 6000 habitantes, está fuera de la red de gasoductos.

Con el objetivo de evitar los problemas de calidad y disponibilidad que les traía el fueloil -utilizado para alimentar el movimiento industrial-, decidieron instalar una planta provista con tecnología italiana que produce energía a través de gasificación de biomasa vegetal, inicialmente chips de madera y residuos agrícolas.

«Con el apoyo de distintas unidades del instituto en el territorio, evaluamos variedades de sorgo -con genética del INTA y del sector privado- específicos para estos fines», detalló Marcos Bragachini, también de INTA Manfredi.

Los cultivares elegidos presentan un alto volumen de producción -con rindes de entre 35 y 45 toneladas de materia seca por hectárea en ensayos- y elevado contenido de lignina y celulosa.

«Las pruebas confirmaron el potencial de las variedades para gasificación y ahora avanzamos en el estudio de prácticas que permitan reducir la humedad y ajustar el suministro de biomasa», apuntó Bragachini.