Buenas Prácticas Agrícolas en el cultivo de Tabaco

El cultivo de tabaco sigue siendo, en las provincias de Salta y Jujuy, el de mayor importancia en volumen de facturación y generación de mano de obra, debido principalmente a las condiciones climáticas y edáficas de estas provincias, que lo hacen uno de los mejores a nivel mundial en cuanto a rendimiento y calidad.

Desde hace muchos años, sobre todo desde las empresas compradoras de tabaco, se viene impulsando la implementación de las Buenas Prácticas Agrícolas. Estas, en resumen, no son otra cosa que hacer una labor de la mejor manera posible, generando beneficios no solo para el agricultor sino también para la sociedad y para el ambiente. Esto es muy importante en el cultivo de tabaco, donde se realizan prácticas de aplicación de fitosanitarios para el control de plagas mediante el uso de mochilas pulverizadoras (metodología más utilizada por falta de mecanización), lo que puede implicar un alto riesgo si el operario no se maneja bajo las BPA.

Entre las enfermedades que más afectan al cultivo en esta zona, se destacan, Fusarium (Fusarium oxysposporum fsp nicotiana)Rizoctonia (Rhizoctonia solani) y Canilla Negra (Phytophthora parasítica). Las principales estrategias de control para estas enfermedades se centran en la elección de variedades resistentes, rotación de lotes y de cultivos, y realización de aplicaciones preventivas.

Las malezas no representan un problema grave a lo largo del ciclo de cultivo del tabaco, ya que son controladas cada vez que se realizan labores culturales. Solo hacia el final del ciclo, y luego del aporque final, se realiza una aplicación de herbicidas preventivos para lograr que el cultivo llegue limpio a la cosecha.

Uno de los principales insectos que afectan al cultivo de tabaco y que se presenta todos los años sin excepción, por lo que la aplicación para controlarlo resulta indispensable, es el “Gusano Minador del Tallo” (Faustinus ubae). Esta práctica debe ser acompañada de medidas culturales, como la eliminación temprana de rastrojos provocando el troceado pequeño de los tallos y exponiendo a las larvas a la acción de las aves y a la desecación provocada por el sol. Otra medida de control es la aplicación de un insecticida en cobertura total, al suelo desnudo, y posterior incorporado con rastra de discos.

Otro insecto plaga que está tomando relevancia, sobre todo en años secos, son los trips (Trips sp.), que se han convertido en un dolor de cabeza para los productores, no solo por la cantidad de aplicaciones que conlleva tratar de controlarlo, sino también porque no hay un gran abanico de productos permitidos para aplicar en el cultivo de tabaco. Este insecto es el responsable de la transmisión a gran escala de las distintas virosis que pueden afectar este cultivo, siendo la más dañina el Virus del Corcovo.

Debido a estos problemas, lo que se recomienda para el cultivo de tabaco es lograr la destrucción total de los rastrojos y malezas que puedan actuar como hospederos para el vector plaga. Es de vital importancia la realización de monitoreos constantes para detectar su presencia y verificar el nivel de población en relación a los umbrales establecidos. De resultar necesario el control químico, se deben rotar productos con diferentes modos de acción, por lo que resulta de suma importancia contar con el asesoramiento de un Ingeniero Agrónomo para asegurarnos un control efectivo en el momento y de la manera adecuada.

Al momento de realizar las aplicaciones es importante que los operarios tengan el equipo de protección personal puesto, el cual se informa en la etiqueta del producto a utilizar, y estén capacitados para usarlo correctamente. También es importante leer el marbete completo antes de preparar el caldo de aplicación, comprender la toxicidad del producto a utilizar y los primeros auxilios recomendados en caso de intoxicación. De la misma manera, cada vez que se agota el producto de un envase, se debe realizar el lavado del mismo mediante la técnica de triple lavado, o si es posible, la técnica de lavado a presión, tal como lo indica la norma IRAM 12.069, y su posterior perforado para inutilizar el envase hasta que se traslade a un centro de acopio transitorio.

Luego de finalizada la aplicación, se deben lavar correctamente las mochilas y otros elementos utilizados para la aplicación (como jarras medidoras), así como también los trajes utilizados. Para esto se debe procurar tener una mesa biológica para desechar los efluentes resultantes del lavado de estos materiales.

Es muy importante contar, cerca del lugar donde se realiza la preparación del caldo y la aplicación, con un sistema de ducha de emergencia con lavaojos, que disponga de agua limpia, por si ocurre un accidente.

Mediante el uso de las BPA y utilizando responsablemente los fitosanitarios, podemos producir cultivos sanos e inocuos, sin afectar el ambiente y cuidando al trabajador durante todo el proceso productivo.

Fuente: CASAFE