Buenas prácticas en campos alquilados

     En la producción argentina, observamos una gran diferencia en el manejo de cultivos según la tenencia de la tierra.

 

  • buenas practicas campos alquilados
    Apuntan a mejores prácticas agrícolas.

Los productores en campo propio piensan en estrategias a mediano plazo, en los campos en alquiler, por lo general, se trabaja invirtiendo lo mínimo e indispensable para llevar a cabo la producción en el plazo que dura el contrato.

En el norte bonaerense, según datos de LMAgro y VMV siembras, el 29,5% de las hectáreas explotadas son de campos propios y el 70,5% corresponde a campos alquilados. De estos, el 67% tiene más de seis años con el mismo inquilino. Esto nos permite pensar en estrategias de mediano alcance para esos campos, con acciones para mejorar el sistema y para que el inquilino recupere la inversión.

Si sumamos los campos propios a los campos con más de seis años de alquiler, el 76,5% de la superficie del norte de Buenos Aires se puede manejar con buenas prácticas agrícolas.

En diez años de ensayos de fertilización a la siembra en soja, observamos que con sólo colocar 60 kg de súper fosfato simple se obtuvo como respuesta un promedio de 300 kg más de soja. A valores actuales significa un retorno de la inversión de 4,7 veces en un mismo año. Además, en dos años la diferencia entre el campo fertilizado y el campo testigo sin fertilizar fue de 4,7 qq.

En ese período, usando tecnologías curasemillas (fungicida + inoculante), hubo un 7% más de rendimiento que en el lote testigo. Esta tecnología no puede faltar en ningún campo, ya que la inversión es baja y el retorno está casi asegurado.

El aumento de rendimiento en soja por antecesor maíz es muy conocido. En nuestros ensayos, una soja sembrada sobre rastrojo de maíz rinde un 12% más que sembrada sobre soja.

El espaciamiento entre hileras (entre 35 y 40 cm como medida general de la zona) se está pasando a 20 o 17,5 cm. Es una excelente alternativa para mejorar la competencia del cultivo hacia las malezas. El rendimiento no disminuye y no tenemos diferencias significativas. Una condición fundamental es mantener la densidad por metro cuadrado.

Durante la campaña pasada, en dos lotes de producción uno al lado del otro, se sembró la misma variedad de soja en la misma fecha. Un lote llevaba cinco años de monocultivo y sin fertilización ni inoculación en los últimos dos años . El otro venía con tres años de doble cultivo y fertilización de 100 kg de SPS, con curasemillas e inoculante. Este último rindió 7qq. netos más y además tuvo dos aplicaciones menos de herbicidas. Lo cual nos conduce a asegurar que todas estas tecnologías generan beneficios no sólo a corto plazo sino también a mediano plazo y pueden utilizarse tanto en los lotes alquilados como en los producidos en campo propio.