Campaña de Trigo: Especialista estima pocas lluvias

El climatólogo Eduardo Sierra considereó que la campaña 19/20 podría terminar en condiciones cercanas a las medias, aunque podrían disminuir las precipitaciones.

Durante la campaña 2019/20 se lograron implantar 6,6 millones de hectáreas de trigo en la Argentina. Esto significó un 6,5% por encima de la superficie de la campaña anterior, consolidando una tendencia de crecimiento que se inició en el ciclo 2016/17, y permitió que el cultivo se expanda a lo largo del territorio nacional.

Para la entidad bursátil rosarina (BCR), la campaña 2019/20 concluyó con un récord productivo de 19,5 millones de toneladas. Si bien la campaña agrícola 2019/20 continúo su curso en condiciones cercanas a lo normal, la campaña 2020/21 podría ser afectada por un episodio “La Niña” . El lento, pero progresivo enfriamiento observado por la superficie de los océanos que rodean al Cono Sur durante las últimas semanas, genera el riesgo de que la campaña 2020/2021 tenga una depresión de las precipitaciones sobre gran parte del área agrícola, a partir del inicio de la primavera.
Anticipate a los primeros efectos de sequía de “La Niña” que aparecerán en
invierno, ya que para el cierre de la campaña fina 2020/21, las precipitaciones no sólo irán en disminución en la mayor parte del área agrícola, sino también, se verá una paralela reducción de las reservas de humedad de los suelos. Ante este panorama climático, nosotros queremos contarte cuáles son las claves para el manejo eficiente del agua para el cultivo de Trigo.

Los tres factores más importantes a tener en cuenta para un buen manejo del riego en este cultivo son:
● La reserva de Agua Útil Inicial (AUI) del suelo.
● Las Precipitaciones (PP) efectivas ocurridas en el ciclo del cultivo.
● Las necesidades hídricas del cultivo en cada etapa fenológica.

Si bien el cultivo requiere agua constantemente, la magnitud de sus necesidades hídricas dependerá de: estado fenológico en el que se encuentra y la demanda evapotranspirativa.
El periodo crítico del cultivo (PC) es el momento del ciclo donde el aporte hídrico tiene más influencia en el rendimiento. Este período ocurre entre 20 días antes y 7 días después de floración. Hay que tener en cuenta que el componente más importante en la generación del rendimiento es el número de granos, y la falta de agua en estos estadios puede llegar a disminuir el rendimiento hasta 1000 kilogramos por hectárea.
A pesar de que el número de granos por unidad de superficie (m²) es la variable que mejor explica el rendimiento, cambios en el peso de los granos pueden afectar el rendimiento final del cultivo una vez establecido el número de granos.
Por otro lado el peso final dependerá de la potencialidad genética de cada
cultivar y de las condiciones ambientales durante el periodo de llenado (Slafer, et al., 2003). Por eso se recomienda mantener al menos un 50% de “agua útil inicial (AUI)” en esta fase.

Producción en lotes en Secano


En el caso de secano, lo ideal es asegurar la mayor cantidad de agua en el perfil para poder afrontar los meses invernales de escasas lluvias. Más aún
considerando la disminución de precipitaciones provocada por “La Niña” desde primavera.
La producción de los lotes en secano está asociada a la AUI acumulada a la
siembra y representa alrededor de un 35% del consumo del cultivo; por otro lado, las precipitaciones son aproximadamente un 30% del consumo, y en lotes de secano se genera un déficit del 35%, que afecta directamente al rendimiento, excepto que se utilice agua aplicada al cultivo por medio de riego.
PRODUCCIÓN BAJO RIEGO

En cambio en lotes bajo riego la situación cambia radicalmente. El riego aplicado al cultivo es variable y dependerá de: objetivo productivo perseguido por parte del productor, el estadio fenológico en el que se halle el cultivo, la intensidad y regularidad de las lluvias de cada zona sembrada.