China, ante un «exceso» de oferta de maíz

En el caso particular del maíz, no prevén elevar la cosecha en los próximos 5 años

maiz

El sector agrícola de China necesita hacer reformas en el espacio de la oferta, especialmente de maíz, debido a las sucesivas cosechas récord y al exceso de existencias, dijo ayer el ministro de Agricultura de China, Han Changfu. En una conferencia de prensa, el funcionario destacó que el país no continuará tratando de elevar la producción de granos en los próximos cinco años, tras doce años consecutivos de aumentos en sus cosechas.

«El exceso de granos causa problemas dado que pone una carga financiera sobre el gobierno, que está obligado a mantener las reservas a valores artificialmente altos para sostener los ingresos de los agricultores», dijo Changfu, pero añadió que siempre «es mejor tener exceso que escasez de granos».

El gobierno de China compra grandes cantidades de granos a precios fijos, con el fin de mantener la renta de los agricultores y de impulsar la producción, pero el aumento de las cosechas ha puesto la capacidad de almacenamiento del país bajo presión. Además, los altos precios sostenidos por el gobierno crean una gran diferencia entre los valores domésticos y los vigentes en los mercados internacionales, lo que lleva a muchos compradores chinos a optar por las importaciones más baratas, a pesar de la gran oferta interna.

«Los precios de los granos es poco probable que aumenten en los próximos cinco años, por lo que China debe centrarse en la tecnología y en la reducción de costos agrícolas para impulsar los ingresos rurales», dijo Changfu. El funcionario añadió que el país apunta a un crecimiento anual de los ingresos de los agricultores del orden del 6,5% entre 2016 y 2020, algo menor que el aumento promedio del 9,6% obtenido entre 2011 y 2015.

Según destacó Changfu, China también pondrá en práctica leyes más estrictas que prohíban la siembra ilegal de granos genéticamente modificados, «con penas rigurosas para aquellos que violen la ley», aseguró. En China la siembra de granos transgénicos está limitada a regiones específicas y bajo control del Estado. Asimismo, con la intención de preservar la inocuidad de los alimentos, el gobierno chino está adoptando un enfoque de tolerancia cero al uso de aditivos y de agrotóxicos que no estén debidamente autorizados.