Coberturas para 2017 con una estrategia flexible

Hubo varias novedades esta semana en EE.UU. que plantean interrogantes para Chicago 2017 y que justifican reflexiones entre los productores argentinos en materia de coberturas para el nuevo ciclo.

Aconsejan avanzar en coberturas flexibles.

Veamos: interesantes los guarismos propuestos por el USDA para el presupuesto 2017 que debe elevar el Ejecutivo estadounidense al Congreso. Allí se estima un recorte en el área agrícola total, con un aumento del área sojera de 700.000 hectáreas y un recorte en maíz de nada menos que 1,9 millones de hectáreas.

Así, con rindes de tendencia, el organismo plantea una cosecha 2017 de soja de 110 MM/T vs. las casi 119 de este año y la de maíz en 357 MMT vs. las casi 387 de este año (!!!). Sin duda alguna falta mucho para que dichas proyecciones habiliten una discusión seria, pero son una señal. El farmer estadounidense no la está pasando bien y de allí la respuesta.

A su vez, el triunfo de Trump y la designación de un «petrolero de ley» al frente de la EPA (Organismo responsable del medio ambiente) también genera interrogantes en los industriales del etanol, más allá de que Trump haya sido votado masivamente por los productores. Por último, la suba de tasas dispuesta por la Reserva Federal de EE.UU. (0,25%) es una noticia que se suma para completar una semana «activa» en materia de novedades para el sector.

En semejante contexto, el productor argentino debe reflexionar sobre la conveniencia o no de delinear estrategias de cobertura en los Mercados de Futuros y Opciones para la cosecha de soja 2017. Nuestra opinión al respecto: en primer lugar, falta mucho para poder estimar qué puede llegar a pasar con la cosecha gruesa sudamericana y la importancia relativa de esta región en las exportaciones globales del complejo sojero es más que trascedente, toda vez que representa más del 60% de la oferta mundial.

En maíz, la relevancia de Sudamérica es menor, pero viene creciendo en los últimos años y nuestro aporte ya se ubica en un 37,5% de la oferta global. En segundo término, es necesario reconocer que la demanda global de soja -particularmente- ha venido superando sistemáticamente las proyecciones del USDA y de casi la totalidad de los analistas y operadores más reconocidos del planeta. El USDA ya es un «subestimador serial» de la demanda.

Nuestro optimismo en materia de precios sigue intacto. No obstante, resulta aconsejable y prudente explorar la configuración de estrategias de cobertura con la mayor flexibilidad posible. Un mix de compra de Puts para asegurar un precio mínimo de US$/T 250, combinado con un Put Sintético que permite alcanzar «pisos» de 260 con complemento de Calls es un consejo procedente. Cubrirse sin cerrar la puerta sería la consigna.

El autor es presidente de Nóvitas SA

LA NACION / CAMPO