Cómo manejar la soja que se trilló dañada, para evitar más pérdidas

Hay muchos “porotos” con hongos por la alta humedad. Tres técnicos explican qué hay que hacer con estos granos de cara a la nueva siembra.

La calidad de los granos de soja se deterioró por las intensas precipitaciones.

La calidad de los granos de soja se deterioró por las intensas precipitaciones.

 

 

El diluvio que castigó a la soja de primera durante abril no solo va a provocar fuertes pérdidas en esta cosecha, sino que también compromete la siembra del nuevo ciclo en la primavera, porque los hongos afectaron el poder germinativo de las semillas que ahora se están cosechando con varias semanas de atraso por los problemas de “piso” en los lotes.

La proyección de la cosecha sojera cayó a 56 millones de toneladas (se esperaban 60 millones de toneladas antes de las intensas lluvias), según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. El Ministerio de Agroindustria y la Bolsa de Comercio de Rosario coinciden en que se perderán 3,3 millones de toneladas por los campos que no se pudieron trillar y por los granos que quedaron podridos, chuzos, livianos, brotados y húmedos. El 70% de la soja afectada está en la provincia de Santa Fe, en donde más de 6 millones de hectáreas quedaron inundadas o encharcadas durante varias semanas.

En el sur de Santa Fe. la soja se está cosechando con graves pérdidas de calidad y problemas de piso.

En Santa Fe, por ejemplo cerca de Cafferata, siguen 

los problemas por falta de piso en algunos lotes.

En este marco, un informe que acaba de publicar el INTA Pergamino analiza las enfermedades que se están detectando en los “porotos” trillados y explica qué hay que hacer con estos granos, sobre todo si la idea es utilizarlos como semilla en la próxima siembra.

“El objetivo de este informe es alertar a los asesores y productores sobre la problemática sanitaría de los patógenos que afectan los granos de soja por cosecha demorada, y las prácticas de manejo que pueden llevar adelante para evitar pérdidas económicas por problemas sanitarios en los mismos”, indican Antonio Ivancovich (técnico del INTA Pergamino), Miguel Lavilla (especialista de la Universidad Nacional del Noreste de Buenos Aires) y Adolfo Caamaño (asesor), los autores del trabajo.

Esta es la diferencia entre la soja trillada antes y después de las lluvias de abril.

Esta es la diferencia entre la soja trillada antes y después

del diluvio que se concentró en abril.

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Como saben los productores, el principal problema en los “porotos” son los hongos, que se desarrollan por infecciones tempranas o durante el ciclo del cultivo y también por las demoras en la cosecha.

En el primer caso, aumentó la infección de semillas en la pre-emergencia y post-emergencia (sobre todo del complejo Diaporhte/Phomopsis) por el protagonismo del monocultivo de soja durante las últimas campañas. “Dentro de este grupo se pueden mencionar: Rhizoctonia solani, Phythophthora sojae, Pythium, Fusarium y Sclerotium rolfsii”, avisan los técnicos.

En el ciclo del cultivo, las condiciones ambientales, especialmente la temperatura y la humedad, son las que definen los niveles de infección de las semillas con patógenos en el período que va de la floración a la madurez de cultivo, que fue muy húmedo. También aparecen las enfermedades del complejo Diaporthe/Phomopsis y además Colletotrichum.

A todo esto, en este ciclo hay que sumar los atrasos en la cosecha en la zona núcleo durante casi todo abril. “Cuando los granos quedan en el campo sin trillar durante un período de más de diez días bajo condiciones de alta humedad, se manifiesta la presencia de dos géneros de hongos que causan el deterioro de los mismos: Alternaria y Fusarium”, advierte el informe.

foto jose almeida
campos y cultivos afectados por las inundaciones en l departamento la paz, provincia de entre rios.
25-04-2016 - FTP CLARIN - DSC_1161.JPG - Z FTP Almeida - almeida entre rios la paz  inundaciones en entre rios por el fenomeno de el niño inundacion por las fuertes lluvias y tormentas campos inundados

En el norte de Entre Ríos, cerca de La Paz, se

acumularon 600 milímetros de lluvia en 20 días.

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El problema es que estas infecciones reducen notoriamente el poder y la energía germinativa de esos granos. En este sentido, en el laboratorio de Fitopatología del INTA Pergamino en estas semanas se analizaron muchas muestras de granos de soja infectados con estos dos géneros de hongos.

Los “porotos” afectados por Alternaria son más pequeños y se suelen deformar y pudrir, y quedan cubiertos de una masa algodonosa (micelio) de color pardo-verdoso oscuro. En las infecciones causadas por Fusarium aparecen cubiertos por una masa algodonosa de color blanco o rojizo.

Además, como los granos se almacenan con mucha húmedad pueden ser infectados por dos patógenos más: Aspergillus y Penicilium. “Ambos géneros pueden producir micotoxinas que son nocivas para los seres humanos, y en animales reducen la palatabilidad, causando diversos trastornos orgánicos, hasta incluso la muerte”, advierten los técnicos.

En este contexto, hay que tener en cuenta que los granos que se guarden para implantar en el próximo ciclo es probable que estén afectados por estos hongos y pueden provocar la reducción y la desuniformidad del stand de plantas en el lote, una dificultad que no se soluciona aumentando el número de granos a sembrar por superficie.

Por eso, el INTA Pergamino recomienda realizar antes de la siembra un análisis de energía y poder germinativo de los granos, y en los casos que sean inferiores a 85% efectuar pruebas de sanidad.

“Si las pruebas demuestran un porcentaje de hongos superior al 30% hay que descartarlos para su uso como semilla. En cambio, si el porcentaje de patógenos se ubica entre el 10% y el 20% y se desea usar esas partidas como semillas es fundamental utilizar fungicidas curasemillas específicos”, concluye el trabajo.