Córdoba, desazón de etanoleros de maíz

En Córdoba funcionan tres de las cinco plantas de etanol de maíz que hay en el país.

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Hoy el abastecimiento del mercado es 40% a cargo de las industrias azucareras y 60% por parte de las industrias etanoleras. 

Los productores de etanol de maíz afirman haber sido «discriminados» por el Gobierno nacional en la suba del porcentaje de corte que utilizan las petroleras en las naftas, que pasará del 10 al 12%. La medida se tomó para beneficiar a la industria azucarera por los excedentes de producción.

Ya hay una diferencia en el precio, puesto que el litro de etanol de caña se paga 20 por ciento más que el de maíz, que cuesta 10 pesos.

«No nos escucharon; la medida global es buena, pero nosotros quedamos doblemente discriminados», dijo Patrick Adam, director ejecutivo de la Cámara de Bioetanol de Maíz (Biomaíz).

Apenas comenzó a plantearse la posibilidad de un alza en el corte, entre los dos sectores se planteó la posibilidad de que el 30 por ciento de la suba fuera para los etanoleros de maíz y el resto para los cañeros, atento a la crisis que atraviesa el norte argentino.

Negociaciones sin éxito

Por cada punto porcentual de incremento en el corte de las naftas la demanda extra de etanol es de 85 millones de litros. La cifra coincide con la capacidad ociosa de las plantas que producen con maíz. De Córdoba sale el 65% del etanol de maíz del país.

Hace unas semanas comenzaron los contactos de empresarios con legisladores y dirigentes para advertirles su preocupación y enfatizar que, dejarlos afuera, sería «absolutamente incomprensible».

En Córdoba funcionan tres de las cinco plantas de etanol de maíz que hay en el país. En este sentido, se trata de Pro-Maíz, de Aceitera General Deheza y Bunge, en Alejandro Roca, con capacidad 135 millones de litros anuales; la de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA-Bio), instalada en Villa María; con 125 millones de litros al año y Bio 4, en Río Cuarto, que puede elaborar hasta 82 millones de litros.

Las otras empresas son Diaser, en Villa Mercedes (San Luis) y Vicentín (Avellaneda, Santa Fe). Entre todas pueden producir 515 millones de litros anuales. Adam estimó que el procesamiento se podría duplicar hasta 2020. El dirigente señaló, en este contexto, que la suba tendría que haber sido «equitativa».

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Avellaneda, Santa Fe). Entre todas pueden producir 515 millones de litros anuales. Adam estimó que el procesamiento se podría duplicar hasta 2020. El dirigente señaló, en este contexto, que la suba tendría que haber sido «equitativa».

Fuente: La Nación / Campo

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