Córdoba, la húmeda: millones de hectáreas se vuelven improductivas

Los productores llevan años reclamando obras para mitigar el desastre que provoca el anegamiento de los campos; en la provincia aseguran que invertirán 1400 milones de pesos

En  los últimos dos años esta provincia registró cinco inundaciones importantes y todavía hay tierras productivas que siguen sin escurrir el agua de 2014. Los productores insisten en que la situación no se explica sólo por las lluvias más abundantes o por el manejo del suelo, hay un déficit estructural de infraestructura.

Las asociaciones de productores y los espontáneamente movilizados en reclamo de soluciones coinciden en que hay obras de envergadura que hace años se prometen pero no se ejecutan mientras que algunos «paliativos» como la construcción de taludes o canalización hacia los caminos terminaron empeorando la situación.

Paola Paravarosco, productora de Las Varillas y una de las líderes de los reclamos en la zona, explicó que tiene el 80% de sus 360 hectáreas anegadas por los trasvasamientos de cuenca: «Ante la desesperación se hacen tareas que complican todo. Hace décadas que venimos pidiendo soluciones».

Fabián López, ministro de Agua, Ambiente y Servicios Públicos de Córdoba, dijo a LA NACION que este año, sin incluir el canal San Antonio, se invertirán $600 millones en 40 obras hídricas de distinta envergadura que estima terminadas para fin de 2016. Es decir, que todavía habrá meses de lluvia con trabajos a mitad.

Dos grandes cuencas abarcan seis departamentos cordobeses (San Justo, Río Segundo, Tercero Arriba, Unión, San Martín y Marcos Juárez) y tienen trabajos pendientes hace años. Una es la del canal San Antonio (al este de la ruta 158 que une Villa María con San Francisco) que es compartida con Santa Fe.

La otra, hacia el oeste de esa vía, alcanza a los ríos que corren hacia Mar Chiquita y que, por falta de tareas de canalización, desparraman agua por los campos.

El canal San Antonio transita por la línea divisoria interprovincial entre Córdoba y Santa Fe, desde cercanías de San Francisco hasta el arroyo Tortugas, y desemboca en el río Carcarañá después de recorrer 185 kilómetros. Su sistematización y saneamiento fue comprometida por la Nación en 2007 y en 2008 se firmó un convenio con la provincia. La obra es clave para el drenaje de 1,1 millones de hectáreas cordobesas y santafesinas.

López planteó que ya presentaron al gobierno de Santa Fe la nueva versión de la obra, que incluye la construcción de defensas en Tortugas y Cruz Alta. El costo total, que financiará la Nación, ronda los $800 millones y la ejecución insumiría un año.

Desde la Asociación de Productores Rurales de Marcos Juárez, Hugo Biga plantea que en plena campaña electoral advirtieron a los candidatos la necesidad de poner en funcionamiento el embalse en la unión de los canales San Antonio y Litín que cuenta con 540 hectáreas con terraplenes. «Sólo le faltan las compuertas y una limpieza ya que el terraplén aliviador del San Antonio está roto desde 1988», describió Biga, quien aseguró que si en el 2008 se hubiera hecho lo firmado «se hubiese atenuado lo que vivimos». Paravarosco coincide en que, además, hubo «cero mantención en años».

El dragado del río Carcarañá es reclamado desde fines de los ’90 ya que, como está sedimentado, transporta menos metros cúbicos por segundo, complicando también la represa de la usina Semino (en la ciudad de Carcarañá). Hacia el sur del río el pedido es que se releve el arroyo Las Mojarras que desemboca en Cruz Alta para evacuar las aguas de Camilo Aldao, Corral de Bustos, Colonia O´Higgins, Cavanagh, Guatimozín e Isla Verde.

Bajo Hondo, en debate

En una reunión en septiembre del Comité de Cuenca cordobés -del que también participa la Nación- se resolverá cómo se manejará el agua de «Bajo Hondo», una zona de lomas de arena y hondonadas entre el río Tercero y la laguna Mar Chiquita donde el agua pierde el cauce porque no hay sistematización. Los caminos rurales están anegados.

Los productores indicaron que llevan una década gestionando la construcción de alcantarillas más grandes y de canales; hace tres años aprobaron los proyectos, pero no se hizo nada. López indicó que en unas semanas «se definirá cómo se manejará el agua en uno y otro lado» de la ruta 19. Después llegarían los trabajos.

En la históricamente conflictiva cuenca La Picasa, las autoridades nacionales, santafecinas, cordobesas y bonaerenses tienen una agenda común de trabajo. Una de las urgencias es terminar el reservorio 3 que está en territorio de Córdoba y cuyo costo es de unos $80 millones. Los canales clandestinos en la zona agravan los problemas.

El titular de la Comisión de Asuntos Hídricos de la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (Carsfe), Angel Borello, reconoció que detectaron alrededor de 200 canales que pueden aportar 20, 40 o 200 metros cúbicos por segundo y que no hay ninguna obra pública que la pueda compensar «más allá de las dos bombas que están trabajando».

En el caso de la cuenca del río Quinto, al límite con San Luis, deben rescindirse obras licitadas para dos presas del arroyo del Ají que requieren ampliación.»Lo hecho funciona bien; hay que consensuar trabajos menores», sostuvo López.