Crisis lactea y los números del cierre de tambos

     Dialogamos en exclusiva con Daniel Oggero, dirigente de APLA, y abordamos el cierre de tambos por ser una de las principales preocupaciones del sector. A continuación un análisis numérico de este crítico escenario.

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    Oggero: «El productor siempre es el último orejón del tarro».

Es el número de tambos por año que se han ido perdiendo en las últimas dos décadas, según un informe de FADA y Daniel Oggero, dirigente de APLA, estuvo de acuerdo con este guarismo: “Es lamentable lo que está pasando”, comenzó diciendo el dirigente  Carlos Misuraca, y agregó: “En los 90 éramos alrededor de 26 mil tamberos. Este informe de FADA no hace más que confirmar la crítica situación que estamos viviendo”.

No obstante esta situación, la producción de leche no ha registrado una merma y, de acuerdo a los dichos de Oggero, esto se debe a la gran concentración que se registra en el sector lechero. “Queremos campos repoblados, que los tambos vuelvan a funcionar, que la gente vuelva a tener trabajo y arraigo”, aseguró.

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Es el número mínimo de familias directas que trabaja en un tambo y, por ende, el mínimo de personas que han quedado en la calle con el impresionante cierre de unidades. En palabras de Oggero: “Con este escenario, han quedado en el camino como  mínimo dos familias directas por tambo”, y fue por más: “Pero alrededor de él también trabajan veterinarios, ingenieros agrónomos, técnicos, vendedores de insumos y/o alimento balanceado y hasta empresas lácteas”.

En pocas palabras, la mano de obra y el arraigo que genera el tambo es mucho más que dos familias.

10

Es la cantidad de tambos que podría haber en una extensión de 1000 hectáreas, tal como lo afirmó el dirigente de APLA, y añadió: “10 tambos implican 20 o 25 familias directas; imagínate 25 familias cobrando un sueldo y derramándolo en un pueblo del interior”.

En contraposición, y parafraseando a Oggero, 1000 hectáreas son sembradas en el plazo de 4 o 5 días: “Viene un empleado, siembra el lote, ni siquiera compra el carbón en el pueblo, vuelve recién a los 6 meses sólo a cosechar y luego se va”.

En este sentido, el dirigente analizó: “Los campos han tenido que cambiar de dueño o de actividad; la gente que trabajaba se quedó en la calle y es muy complicado que vuelva a tener un trabajo calificado; y finalmente, los pueblos han visto amenazado su desarrollo porque este cierre implica un derrame automático en todas las localidades del interior”, y agregó: “Esto no hace más que generar pobreza”.

4,20 pesos

Es lo que gana actualmente un tambero, tranqueras adentro, según declaraciones de Oggero.

5,40 pesos

Debería ser el monto adecuado para que el productor pueda cubrir sus costos. “Es por esto que siguen desapareciendo tambos día a día. No es novedad y todos los saben, hasta el gobierno”, afirmó.

15

Es el porcentaje de leche que Argentina destina al mercado internacional, una vez satisfecha la demanda interna. Precisamente por esto, Oggero insistió en la poca incidencia que puede tener el último anuncio de aumento en el precio internacional de la leche.

En palabras del representante de APLA: “Cuando el mercado internacional empieza a traccionar, suele traer aparejado beneficios; pero insisto en que como sólo se exporta el 15%, este número no es suficiente para modificar sustancialmente los precios”.

1000 millones

Es la cantidad de pesos que, según el ministro de Producción de la Provincia de Santa Fe, Luis Contigiani, se necesitan para reactivar el sector; y Oggero estuvo de acuerdo. Junto con ello agregó: “En condiciones normales, la provincia de Santa Fe produce alrededor de 8 millones de litros diarios de leche; con la catástrofe climática del mes de abril, la producción cayó a 4,5 millones y muchos de ellos se debieron a ventas forzosas”.

Estado ausente, excusas presentes

No es novedad que la presencia del Estado en general prácticamente ha brillado por su ausencia. No obstante, quienes sí estuvieron en primera plana fueron las excusas. Y así lo confirmó el dirigente: “Siempre hay excusas: cuando el mercado internacional valía, no se podía exportar por las restricciones del gobierno anterior y por ende no se podían trasladar los precios; cuando el mercado interno estaba firme, no se podían trasladar los precios porque el mercado internacional no tenía precios; ahora la excusa es que se cayó el consumo interno”,

Y retrucó: “Alguien está mintiendo, los números no están claros”.

La unión hace la fuerza

En este sentido, el representante de APLA admitió: “El productor siempre es el último orejón del tarro y, junto con ello, nunca tuvo la fuerza necesaria para reunirse en un gremio fuerte en vez de subdividirse en entidades”, al momento que agregaba: “A eso deberíamos apuntar ahora: más allá de que cada entidad pueda seguir trabajando de manera autónoma, me parece que deberíamos tender a la unificación de una entidad que represente a todos los tamberos del país”.

“Mientras sigamos subdivididos y cada cual tire para su lado, la política hará lo suyo; o sea, nada”, y concluyó.

 

Por Agrofy News