El mercado climático sigue marcado por el ritmo de la comercialización de granos

Ya estamos dejando atrás los meses de julio y agosto, que es cuando el mercado climático se encuentra en pleno proceso, pero en las semana s que transcurrirán, durante septiembre y octubre, todavía los mercados serán sensibles a las noticias del tiempo en las zonas productivas de EE.UU.

 

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Todavía estamos recorriendo semanas donde el clima marca el ritmo del rumbo de las cosechas norteamericanas.

Ya estamos dejando atrás los meses de julio y agosto, que es cuando el weather market o mercado climático se encuentra en pleno proceso, pero en las semanas que transcurrirán, durante septiembre y octubre, todavía los mercados serán sensibles a las noticias del tiempo en las zonas productivas de EE.UU.

Las perspectivas de precios que se vinieron realizando a comienzos de julio, indicaban una situación complicada para los cultivos por las inclemencias que venían sufriendo importantes zonas del medio oeste norteamericano.

Por esto se estimaba en ese momento sostenimiento en los valores, situación que ocurrió, llegando las cotizaciones a niveles impensados por muchos analistas internacionales.

Pero a medida que fue pasando el tiempo, el clima comenzó a acompañar la evolución de los cultivos, encontrándonos hoy con muy buenas perspectivas de cosecha norteamericana de soja, maíz y trigo.

Esto hizo «tranquilizar» al mercado en relación a la posible oferta que aparecerá a fines de octubre cuando comiencen las zafras en el país del norte.

Con una demanda muy activa por el lado del sudeste asiático, y especialmente China comprando a buen ritmo aprovechando las últimas bajas de precios, EE.UU. es el gran vendedor hacia ese destino, porque Sudamérica no se encuentra con capacidad de oferta para hacer frente a tan importante demanda. Recordemos que la producción de maíz brasileño tuvo serios inconvenientes por el clima, y Argentina también sufrió retrasos en las cosechas y serios problemas de calidad comercial, especialmente en la soja.

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Refiriéndonos a esta oleaginosa, existen factores que pueden contribuir a posibles subas de los valores internacionales.
El principal fundamento es la probable baja en las cotizaciones internacionales del dólar.

Todas las miradas están puestas en la FED norteamericana y en la decisión de aumentar las tasas de interés de referencia.

De ocurrir este aumento, el dólar de revaluará y los comodities agropecuarios tendrán una baja en sus cotizaciones.

En el caso de que el organismo decida dejar las tasas como están, la cotización del dólar será de flojedad y esto generaría subas en los precios de los granos.

Debemos observar bien de cerca las compras Chinas que se estiman en 84 millones de toneladas para la cosecha 2015/16 y de 86 millones de toneladas para el ciclo 2016/17.

También hay que estar atentos a las posiciones abiertas de los fondos de inversión que se encuentran comprados con más de 16 millones de toneladas en el mercado de futuros de Chicago. Hay que ver que harán con dicha posición abierta.

En tanto, el maíz tiene también posibilidades de sostenimiento en sus valores considerando los inconvenientes que existen con la polinización de los cultivos del este de Ucrania y sur de Rusia.

En los EE.UU. el estado de los cultivos se encuentra prácticamente ideal, esperándose una muy buena cosecha que podría compensar los menores volúmenes que se obtendrán en la zona del Mar Negro y los países antes mencionados.

Con este cereal ocurre algo similar a la soja, donde EE.UU. es el gran vendedor del mundo, ante las complicaciones que ha sufrido Sudamérica con su cosecha y posterior oferta.

Y para el trigo, el panorama continúa similar a meses anteriores. Con buena oferta global y países compradores abastecidos comprando a ritmo moderado, haciendo que los precios de este cereal se encuentren en un aletargamiento muy particular.

Cabe destacar solamente la situación de Francia y Alemania que han sufrido unas inesperadas lluvias generando pérdidas en rindes y serios inconvenientes en la calidad comercial.

A tal punto que los galos están considerando importar trigo este año. Pero como indicamos, existen stocks suficientes y buenas perspectivas de cosechas como para abastecer las necesidades de la demanda mundial.

En nuestro país, los industriales molineros siguen adquiriendo trigo de calidad superior abonando diferenciales de precios dependiendo el gluten.

En muchos casos se ha pagado hasta un 30% más que el trigo en condiciones cámara.

Este trigo más caro sirve como mejorador de los otros trigos, que en algunas zonas han tenido serios inconvenientes de calidad con bajo gluten.

Respecto a la cotización del dólar y tasa de interés en los EE.UU., éste es el dato a tener muy en cuenta porque tan sólo faltan pocos días para saber qué es lo que ocurrirá con la decisión de la FED norteamericana. Insistimos en la importancia de dicha medida que puede hacer cambiar abruptamente el rumbo de las cotizaciones de los comodities agropecuarios.

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*Alejandro Ramírez es analista del mercado agropecuario. Para Telam