«El trigo transgénico no será aprobado por el mercado»

Así lo afirmó el Jefe de Gabinete de la Secretaría de Agroindustria. El principal problema para su aceptación es perder el mercado de Brasil.

Santiago del Solar Dorrego, Jefe de Gabinete de la Secretaría de Agroindustria, afirmó que el trigo genéticamente modificado, lanzado recientemente por la empresa Bioceres, no será aprobado por el mercado.

En noviembre, la empresa argentina Bioceres, a través de Trigall Genetics, presentó el Trigo HB4, el primer transgénico para este cultivo, resistente a sequías y al herbicida Prominens de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA). El problema es que el principal comprador de trigo argentino, Brasil, no lo quiere.

Para que un organismo genéticamente modificado sea aprobado, tiene que cumplir dos pasos. En primer lugar, la Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria (CONABIA) trabaja en conjunto con el Senasa para evaluar la inocuidad de los productos. Cuando está aprobado por la ciencia, la Comisión de Mercados asesora sobre qué problemas van a tener los productos para su comercialización en los mercados internacionales.

En este sentido, Santiago del Solar Dorrego explicó: «El trigo transgénico consiguió la aprobación del Senasa y de Conabia, pero no la de la Comisión de Mercados. No hay ningún trigo transgénico que se comercialice en el mundo«. En el mercado internacional, los países no aceptan lo que en inglés se llama «Low Level Presence» (LLP), que significa que si en un embarque hay algún grano modificado genéticamente, ese cargamento tiene que volver al país de origen, y la venta no se concreta.

El problema toma dimensión si se tiene en cuenta que Argentina produce 20 millones de toneladas de trigo aproximadamente, en una producción mundial de 750 millones de toneladas. De estas 20 millones de toneladas, aproximadamente 3 millones se exportan a Brasil.

«El trigo transgénico fue estudiado hace más de 10 años por otros países, entre los que se incluyen competidores nuestros como Estados Unidos y Australia. Sin embargo, no se aprobó por los mismos motivos. Nosotros no lo aprobamos porque complica la comercialización del trigo en general, aunque por supuesto alentamos la investigación y el desarrollo en otros cultivos», concluyó el funcionario de Agroindustria.