En Córdoba caerá la siembra de soja, pese a ser lo más rentable

Según la Bolsa de Cereales de esa provincia, bajará 3,5 por ciento

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En la nueva campaña, la superficie sembrada con soja en esta provincia caerá 3,5% en relación al ciclo pasado y será de 4,64 millones de hectáreas. Es la contra cara del crecimiento del maíz en un 10,63%, que alcanzará 1.772.000 hectáreas. De todos modos, la soja será el cultivo más rentable en todos los departamentos de esta provincia.

César Alonso, coordinador de la Bolsa de Cereales de Córdoba, señaló que la mayor cantidad de hectáreas destinadas a maíz «salen de otro cultivo», ya que la superficie total sembrada no crece. «El juego es siempre entre soja y maíz, con una pequeña participación del sorgo», describió.

La decisión de siembra de los productores siempre está impulsada más por lo económico que por otros factores. En esa línea, Alonso adelantó el próximo reporte de la Bolsa cordobesa, que muestra que el cultivo más rentable de la próxima cosecha es la soja. Hasta hace poco más de un mes no era así, pero en las últimas semanas cambió la ecuación.

En Córdoba se prevé una baja del área con soja
En Córdoba se prevé una baja del área con soja

«Con la eliminación de retenciones se proyectaba un crecimiento más fuerte del maíz, pero por la rentabilidad no conviene tanto, menos en los casos de campos arrendados, que representan la mitad de los de Córdoba», explicó.

Para la soja de primera, el margen bruto estimado por la Bolsa cordobesa para la próxima campaña es de 305 dólares por hectárea en campo propio, mientras en arrendado es de 66 dólares. Para el maíz, esos valores son de 199 dólares por hectárea en campo propio y 39 dólares negativos en campo alquilado.

La entidad plantea un escenario de «70/30» con el criterio de que la rentabilidad en la producción sea acompañada de la sustentabilidad.

Pese al duro golpe que significaron las inundaciones este año, que implicaron un atraso de más de un mes en la cosecha, todavía el factor económico tiene más peso que la previsión en el manejo de la tierra. «Hubo pérdidas económicas y financieras, de volumen y de calidad, hay que mirar esos aspectos también», apuntó Alonso.