GENÉTICA: Las características de la soja a prueba de estrés

Recientemente, se desreguló este evento biotecnológico que le confiere a la oleaginosa tolerancia al estrés hídrico y a la salinidad.

 La producción sojera nacional se hizo de una excelente noticia hace pocos días. Oficialmente, la Secretaría de Agroindustria aprobó el gen biotecnológico «HB4» para soja, ese que confiere tolerancia a la sequía y a la salinidad, y, además, trae la resistencia al herbicida glufosinato de amonio.

La sequía es uno de los factores principales de pérdida de rendimiento. En la memoria reciente de los productores está el último verano, en el que una gran región registró la seca más intensa de los últimos 70 años y se perdió un 30 por ciento de la producción de granos, entre soja y maíz.

Por este motivo, el HB4 es un importante hallazgo científico, sobre el cual la doctora Raquel Chan, investigadora de la Universidad Nacional del Litoral y del Conicet, viene trabajando desde los años 90. El origen del gen es el girasol. Esta oleaginosa confirió su adaptación al estrés hídrico y a la salinidad.

«Lo ventajoso de esta tecnología es que el nuevo evento se activa en condiciones de restricción de humedad, en ambientes de bajo potencial del rendimiento (inferiores a los 2.500 kilos por hectárea). Pero se ?apaga’, es decir, no sigue consumiendo recursos de la planta, cuando el rendimiento supera los 3.000 kilos», sostiene Ignacio Crippa, líder del producto HB4, del Instituto Agrotecnología Rosario (Indear). El Instituto trabajó en el desarrollo de esta variedad y BIOCERES será la empresa de semillas responsable de la comercialización.

El gen ayuda a la planta estresada por dos vías, explica Crippa. «Por un lado, mejora la fotosíntesis y produce una serie de proteínas ?osmoprotectoras’ y antioxidantes, mientras que, por otro lado, mantiene más tiempo activas las hojas verdes del cultivo, a través de un control hormonal».

A esto, el investigador agrega que «cuanto más seco es el ambiente, más responde el gen. De acuerdo a nuestros ensayos, que llevan diez años de trabajo y abarcan 37 localidades de todas las regiones, observamos que en ambientes marginales y cuando se presentó el estrés, el cultivo tuvo un 11 por ciento más de rendimiento«. Además, explica que los nuevos materiales responden de forma «cuantitativa»; es decir, interaccionan con el medio, por eso sus respuestas cambian según la intensidad de la restricción.

De acuerdo a los valores de pérdida de soja de la última campaña, de unos 16,7 millones de toneladas (sobre una estimación inicial de 55 millones), Crippa sostiene que, con la adopción de cultivares HB4, se pudieron haber recuperado hasta 4,5 millones de toneladas, lo que implica una reducción de esa merma del 27 por ciento. Esto valorizado, y según sus propios datos, a un precio promedio del grano de los últimos cinco años (385 dólares por tonelada), hubiera significado un ingreso extra 1.730 millones de dólares.

Futuro

El proceso regulatorio para la soja HB4 está muy adelantado. Según detalla Crippa, la Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria (Conabia), así como el Servicio Nacional de Sanidad Animal y Vegetal y la Secretaria de Mercados ya autorizaron la utilización de estos materiales. Desde hace dos años, se está trabajando con el principal importador de esta soja: China. De acuerdo a las últimas noticias, según Crippa, el gobierno chino aprobará muy pronto el ingreso de granos de soja con el nuevo gen.

Por su parte, el programa de mejoramiento de Bioceres está trabajando en un programa amplio para HB4: se desarrolla HB4, BH4 RR1 y variedades convencionales, en ciclos de madurez del grupo 3 largos a 5 cortos.

Se estima que en la próxima campaña ya estarán disponibles variedades en el mercado. Por su parte, a través del programa «Bioinnovadores», Crippa invitó a todos los productores a anotarse para que sean los primeros en probar la tecnología cuando esté disponible.

FUENTE: Chacra