Gripe aviar: dura advertencia de una cámara avícola al Gobierno

La  Cámara Argentina de Productores Avícolas (Capia) solicitó al gobierno nacional que profundice los controles de los camiones que transportan granos desde y hacia Chile con el fin de reforzar las barreras sanitarias dispuestas luego del foco de gripe aviar que se detectó en el vecino país.

«Diariamente, cientos de camiones cruzan a territorio chileno para proveer de granos al sector avícola y pecuario. Si esos camiones estuvieron en una granja con aves infectadas con influenza, pueden traerla hacia acá. Necesitamos que los controles de las autoridades sanitarias argentinas tengan en cuenta esto porque es un peligro latente. Si se hacen los controles necesarios es factible que nada suceda», sostuvo el presidente de Capia, Javier Prida.

La cámara reconoció la rápida reacción del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa central) y el Ministerio de Agroindustria de la Nación ante la situación chilena, pero solicitó formalmente a las autoridades de ambas reparticiones que las medidas preventivas incluyan un exhaustivo control de camiones en los pasos fronterizos que la Argentina comparte con el vecino país.

Capia les hizo saber a las autoridades argentinas la preocupación que despertó en el sector la situación que los productores avícolas encontraron en el Senasa Regional de Cuyo y en las oficinas locales de San Juan, Mendoza y Neuquén.

«En los tres pasos fronterizos no han tomado conciencia de la situación. Nuestros productores nos han reportado que se han puesto en contacto con las oficinas locales de las entidades y allí les informan que estamos ante una enfermedad común, lo que claramente no es así», dijo Prida.

Capia alertó el riesgo que implicaría para la Argentina quedar excluído a nivel mundial de las exportaciones avícolas, con un impacto básico de US$ 40 millones mensuales. Además, explicaron las autoridades de la cámara, significaría perder gran parte de la población aviar, ya que se trata de una enfermedad que genera fuertes pérdidas.

LA NACION / CAMPO