INTA evalúa técnicas para diagnosticar el estatus de nitrógeno

De esta manera se busca mejorar la economía del nitrógeno en los cultivos. Así mismo, se podrá determinar la necesidad de fertilización en caso de ser necesario.

La presencia de nitrógeno en los cultivos es fundamental para obtener buenos rendimientos. Por este motivo, investigadores del INTA Paraná, Entre Ríos evalúan técnicas que permiten mejorar la economía del nitrógeno.

Desde el INTA explicaron que el nitrógeno es un elemento limitante, por lo que su cuantificación durante el ciclo de cultivo del maíz permite determinar la condición de la nutrición nitrogenada y evaluar si es o no necesario fertilizar. Los investigadores explicaron que estas técnicas buscan optimizar los insumos para que su uso sea más eficiente.

“Desarrollamos este estudio para comprender los efectos de la densidad de plantas sobre el estatus de nitrógeno en siembras tempranas y tardías de maíz, medidos con diferentes índices de nutrición”, explicó Nicolás Maltese, especialista del área de producción de la Experimental Paraná.

Mediante la investigación, recientemente publicada en la revista internacional Field Crops Research, se pudo detectar que el estatus nutricional del cultivo se redujo entre un 7,5 y 14,5 % cuando la densidad de plantas se incrementó de 5 a 7 y 9 pl m-2, respectivamente.

Los investigadores explicaron que hay diferentes formas de diagnóstico, como análisis de nitrógeno en los tejidos vegetales, el uso de sensores remotos portables o imágenes satelitales. “Con cualquiera de estos métodos se puede monitorear, definir la dosis de fertilizante requerida y realizar prescripciones para ajustar la oferta y la demanda de este elemento durante las distintas etapas del ciclo de cultivo”, señalaron desde la Estación Experimental.

“Pueden hacerse fertilizaciones postergadas, especialmente en contextos de alta variabilidad, además, frente a coyunturas y condiciones cambiantes dividir la dosis de fertilización permite diferir los riesgos” agregó Maltese. 

Por otra parte, el fertilizante nitrogenado puede aplicarse de distintas formas, completa a la siembra o puede dividirse en aplicaciones para diferentes momentos durante el desarrollo del ciclo, como en 6-8-10-14 hojas desarrolladas, e incluso hasta floración en aplicaciones más postergadas, explicaron los investigadores.

En los ensayos, fue medido a través del verdor de las hojas, determinado con un sensor SPAD, que otorga rapidez y bajo costo, a diferencia del uso de técnicas como la del índice de nutrición nitrogenada (INN). “A priori el INN representa mejor el estatus de nitrógeno, pero resulta un método lento y costoso ya que requiere muestreos destructivos de biomasa a campo y su posterior análisis en laboratorio”, agregó el técnico del INTA.

Por otra parte, otro factor estudiado es el efecto de siembras tempranas y tardías sobre el estatus nitrogenado del cultivo. Se desarrollaron actividades conjuntas entre investigadores del INTA Paraná, la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), la Universidad de Buenos Aires (UBA) y el Conicet.

En función de los resultados, se documentó que la cantidad de nitrógeno absorbido por las plantas para alcanzar el máximo estatus nutricional es diferente entre densidades de plantas. “Resulta notorio que la cantidad del elemento absorbido por cada planta está limitado en fechas de siembras tardías a diferencia de lo que sucede con fechas de siembra de septiembre” concluyó Octavio Caviglia, investigador en producción vegetal del Conicet.

Fuente: Agrofy News