Inundaciones: Preocupación por pérdidas en sudeste de Córdoba.

Las últimas cinco campañas, el departamento Marcos Juárez produjo cerca del 15 por ciento de la soja de todo Córdoba. Con un promedio de 39 quintales por hectárea de la oleaginosa y 109 de maíz de primera, tuvo en 2014/2015 la mayor productividad y generó unos mil millones de dólares. Pese a ser menos extenso, siempre le compite a Río Cuarto como el mayor productor de granos de la provincia.

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Estos datos de la Bolsa de Cereales de Córdoba permiten dimensionar el riesgo que representa –para la producción y la economía– la crítica situación en el sudeste provincial, fundamentalmente en Marcos Juárez, por el exceso de lluvia provocados por el fenómeno “El Niño”, que ha dejado bajo el agua decenas de miles de hectáreas y numerosos caminos rurales.

“Realmente estamos con una problemática muy grande”, evaluó el titular de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro) en Córdoba, Marco Giraudo. “Y no sólo es el sudeste, el problema se está extendiendo también hacia el sur”, agregó el presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona (Cartez), José Manubens Calvet, a La Voz del Interior.

Ambos dirigentes participaron ayer de una reunión con el ministro de Agricultura y Ganadería, Sergio Busso, quien recibió a la Comisión de Enlace local para hablar justamente de las inundaciones. Se decidió convocar para el 10 de febrero a la Comisión de Emergencia Agropecuaria provincial.

Esta entidad realizó un relevamiento aéreo y estimó que, sobre 140.000 hectáreas, alrededor del 30 por ciento está afectado por excesos hídricos. En una reunión de Comisión de Emergencia en Guatimozín se mencionó que son unas 20.000 hectáreas las afectadas, incluyendo 33 caminos rurales, sólo en la cuenca del Carcarañá.

Marco Giraudo añadió que sobre unas 180.000 hectáreas, habría un 15 por ciento bajo el agua. A eso hay que sumar las que tienen la napa muy cerca de superficie y muestran el piso demasiado blando como para poder ingresar con camiones o maquinarias agrícolas.

Consecuentemente, esto pone en riesgo la producción, teniendo en cuenta que casi el 100 por ciento de los campos ya están sembrados, principalmente con soja y también con maíz.

Según los ingenieros agrónomos Silvina Fiant, de la Bolsa de Cereales de Córdoba, y Juan Pablo Ioele, de la Agencia de Extensión Regional Corral de Bustos del Inta, un cultivo que permanezca asfixiado de cinco a siete días comienza a tener una pérdida potencial progresiva.

Así, cada día que demore el agua en escurrir agrava la situación y puede llevar a que las pérdidas sean totales o que el cultivo pierda tanto rinde que no convenga cosecharlo.

La Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario asegura que ya se perdió el seis por ciento de la soja de la zona núcleo y esa entidad asegura que el sudeste de Córdoba es una de las zonas en “alarma naranja” debido a que se espera que “El Niño” siga actuando, con lluvias por encima de lo normal, hasta abril por lo menos.

Fuente: Edición Rural. La Voz del Interior