Las precipitaciones de esta semana, nueva oportunidad para el Trigo

Después de cuatro meses sin registros de lluvias, el mes de setiembre arrancó con lluvias que devuelven las sonrisas a los productores.

La región núcleo tuvo lluvias generalizadas, con 25 mm en promedio. Son las primeras lluvias importantes después de 4 meses sin aportes de agua. Pero estas lluvias han sido un evento con características muy poco comunes, según describeron desde la BCR. “Para empezar, los valores de lluvia registrados triplicaron lo que señalaban los modelos. Aparte, no hubo circulaciones importantes de humedad en los días previos y se dan sin el auspicio de los grandes forzantes oceánicos. También, fue un evento que se desarrolló en casi 3 jornadas de lluvias muy suaves, ideales para que se infiltre cada milímetro en el suelo. Este comportamiento es más típico de noviembre que de esta época, lejos de tormentas violentas y acompañadas de granizo, tal como pasó en la anterior semana”, subrayó la entidad.

Otro dato destacable aportado por la Bolsa es que, tomando,  en conjunto las lluvias de las últimas dos semanas (24/8 al 3/8) Chacabuco alcanzó 115 mm, Junín 84 mm y Rufino 70 mm. Para ese periodo son registros récords. ¿Se repetirá este tipo de eventos? El enfriamiento del Pacífico sigue profundizándose. De todas maneras, Aiello, explica que si «esta continuidad pluvial comienza a concretarse podría ser el disparador para que las lluvias puedan alcanzar las regiones del oeste».

Entre la falta de agua y las heladas un millón de hectáreas de trigo estaban entre regulares y malas condiciones. 200.000 mil has estaban al borde de perderse. Esta semana se evaluará según la recuperación que se observe cuantos lotes van a desecarse para pasar a soja. En muchas localidades comentan que al menos un 5% del área sembrada ya se perdió.
 Es muy difícil saber que puede pasar con el rinde este año. En casi todas las áreas estiman pérdidas que van de un 10 a 30%. Pero tras el desánimo, los técnicos apuestan por la recuperación y rindes aceptables si la oferta de agua se recupera de acá en más. Esto es posible por el cambio que hubo en la manera de hacer trigo en la región. Hay muchos lotes que están muy avanzados y el macollaje ya lo tienen jugado: el 65% de la región está en encañazón. Pero desde hace 5 años, el manejo que se hace del trigo es diferente y ahora las siembras se hacen con altas densidades para dejar a un lado lo que pueda pasar con los macollos. La otra clave es la fertilización y que tan rápido el cultivo pueda recuperar el área foliar. 

Fuente: TodoAgro