Malezas: cuando la solución está en el “cómo” y no en el “qué”

Un relevamiento zonal muestra que el control de malezas depende más de las tecnologías de procesos que de productos. Estrategias disponibles y el rol de la logística. 

Identificando los principales problemas

El análisis de la problemática de malezas puede hacerse de manera particular, maleza por maleza, o general, buscando factores comunes a varias de ellas. Las Regionales Aapresid que conforman el Nodo Oeste Medanoso (ubicadas entre el noroeste de Buenos Aires y La Pampa) identificaron al Yuyo colorado y la Rama negra como las malezas con mayor dificultad de manejo, seguidas por las gramíneas Chloris y Eleusine (Pata de gallina).

Un relevamiento de la REM Aapresid en la zona reveló que las situaciones en las que más se complica el control de estas especies son: luego de la cosecha de los maíces tardíos para Rama negra, dentro del cultivo de soja para Yuyo colorado y dentro del cultivo de maíz para las 2 gramíneas mencionadas. Esto se complica aún más en presencia de malezas estresadas – algo que se dio mucho en la seca primavera que pasó – y pasadas de tamaño.

Cuando se analiza la problemática en general surgen las limitantes: aplicaciones tardías (con malezas de mayor tamaño el recomendado), baja calidad de aplicaciónfalta de conocimiento técnico y por último el alto costo de los tratamientos.

Claramente, las fallas de control de estas malezas particulares tienen que ver con fallas generales. Luego de maíces tardíos, la Rama negra presenta un tamaño considerable, a lo que se suma que suele estar ‘protegida’ por la chala. El Yuyo colorado dentro de la soja requiere controles con malezas de menos de 10 cm de altura y un excelente mojado, debido a que los herbicidas son de contacto. Algo similar sucede con las malezas gramíneas en maíz.

Lo anterior desnuda una pregunta de base: 
¿Por qué se aplica tarde y mal?

Las respuestas son varias. Por un lado, se trata de una zona con frecuentes días consecutivos de vientos que impiden las aplicaciones o se traducen en aplicaciones de calidad regular. En otras ocasiones, las aplicaciones se deciden tarde por falta de asesoramiento técnico o de criterio profesional. Hay también razones menos ligadas a lo agronómico pero que terminan impactando en el resultado: muchos productores comprar en el momento para evitar tener productos en el campo por miedo a robos. Por último, hay máquinas que llegan a estar paradas por falta de personal idóneo para manejarlas.

Trabajos como el que realizó la REM junto a los productores del Nodo Oeste Aapresid abren paso hacia la verdadera raíz del problema, que en este caso radica más en el cómo se controla que en el qué producto se aplica.

 

La importancia de VER el problema

Sólo cuando se llega al origen de las fallas en el control de estas malezas, es posible diseñar estrategias efectivas. Aquí van algunos ejemplos:

  • Cultivos de servicios (CS), una vez más como aliados. Los CS disminuyen y concentran las emergencias de malezas, reduciendo la necesidad de aplicaciones y descomprimiendo la sobredemanda de pulverizadoras.

Los CS son todavía incipientes en la zona, pero ya muestran muy buenos resultados, aún en años secos. Ejemplos exitosos son la siembra área de centeno sobre maíces tardíos para controlar Rama negra, o la combinación de CS y herbicidas residuales para Yuyo colorado.

Sin embargo, la calidad de aplicación sigue siendo importante porque se requiere llegar a controlar malezas creciendo debajo de la cobertura.

  • Uso de herbicidas residuales. El buen uso de esta herramienta es clave en el manejo de malezas, incluso solapados entre sí, por medio de la técnica conocida como “overlapping”. Esto aliviana la logística de aplicaciones porque asegura un buen período de tiempo libre de nuevos nacimientos.

Además, a diferencia de los post-emergentes de contacto, los herbicidas residuales son menos ‘exigentes’ en cuanto a calidad de aplicación. Al mismo tiempo disminuyen la necesidad de tratamientos post-emergentes, lo que en Yuyo colorado es crucial por el costo y relativa eficacia de estos tratamientos.

  • Biotecnología. Es otro aliado clave, especialmente en maíz. Tecnologías como la tolerancia a glufosinato de amonio permiten hacer aplicaciones de doble golpe con este herbicida sobre el cultivo ya nacido, lo que de otra forma seria imposible.

La tecnología Enlist permite hacer lo mismo con glufosinato y además aplicar haloxifop (Galant) tanto en pre-siembra, preemergencia como post-emergencia, lo que amplía la ventana de aplicación y la disponibilidad de pulverizadora.

  • Incorporación de adyuvantes. Conocer el funcionamiento de estas moléculas que acompañan a los herbicidas resulta primordial para atenuar posibles déficits de calidad de aplicación. El producto puede variar según se busque penetración en la maleza, humectación – con herbicidas de contacto-, disminución de la evaporación – en situaciones de altas temperaturas y/o baja humedad – o de la deriva – en casos de vientos moderados-.
  • Recalcular la necesidad de maquinaria. Es probable que el parque de pulverizadoras de los productores ya no sea suficiente para el contexto actual, donde la “oportunidad” es decisiva. En este sentido, cada empresa deberá reconsiderar el impacto sobre los costos de un mayor tiempo ocioso de la maquinaria –por momentos ‘sobredimensionada’ -, versus los costos ocultos por fallas en el control.
  • La logística termina jugando un papel clave en el control de malezas. Hoy, la oportunidad de aplicación y la disponibilidad de maquinaria pueden ser tan importantes como un buen principio activo.  Y no le estamos dando la importancia que merece.

fuente: Aapresid