Para CICCRA, el consumo de carne es el más bajo desde 2003

Durante marzo registró una baja del 2,5% respecto del mismo período del año anterior y cerró así el peor primer trimestre en 18 años, según un estudio privado difundido ayer.

El informe elaborado por la Cámara de Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA) calculó que, si marzo último se compara con el pico alcanzado en el mismo período de 2008, cuando el consumo interno fue muy favorecido, la merma fue de 25,5%.

Durante el mes pasado se llegó a un promedio por habitante de 49,3 kilos por año y respecto del registro de marzo de 2020, se registró una disminución de 2,5%.

De esta manera, según la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes, el mercado interno demandó unas 527.300 toneladas de res con hueso entre enero y marzo, un 4,3% menos que en el mismo período de 2020 y es el nivel más reducido de los últimos 18 años. «Hay que remontarse hasta enero-marzo de 2003, cuando la economía argentina comenzaba a recuperarse de la crisis de 2001-2002 para encontrar un promedio mensual inferior», comentó.

Evaluó que «la continua retracción del poder adquisitivo de las familias y el mayor nivel de desocupación explican la contracción de la demanda de carne vacuna registrada en los últimos tres años, sumadas a los cambios de hábito de consumo».

Además, consideró que «el cambio de la política monetaria/cambiaria a partir de las PASO de 2019, primero, y la gran emisión de pesos para enfrentar los efectos de la pandemia/´cuarentena´, después, llevaron a los productores ganaderos a refugiarse nuevamente en la cría y engorde de la hacienda vacuna, lo que se tradujo en una menor oferta de corto plazo».

Asimismo, desde Ciccra indicaron que «a partir de mayo de 2020, con el relajamiento de la ´cuarentena´, quedó en evidencia el exceso de oferta de pesos en la economía nacional». «En ausencia de acceso a financiamiento voluntario, el Gobierno nacional contó con la emisión monetaria como herramienta casi exclusiva para asistir a los grupos más afectados por la pandemia», enfatizó y argumentó que ello «llevó a los productores ganaderos a comprar hacienda como forma de proteger el capital de trabajo, provocando que el precio de la invernada subiera a un ritmo elevado a partir de mayo», señala el informe.

Además, señaló que ello se sumó al «mayor costo del maíz en la segunda parte de 2020», lo cual «llevó a los productores a realizar recrías largas de la hacienda para consumo sobre pasturas o a campo natural». Y agregó: «nuevamente, ello se tradujo en una menor disponibilidad de hacienda para enviar a faena».

En definitiva desde el cuarto trimestre de 2017, «la absorción del mercado interno describió una tendencia descendente, no exenta de recuperaciones y retrocesos». Por último, el informe aseguró que en los últimos tres años la producción de carne vacuna vendida en el mercado interno tuvo una merma de 21%. CICCRA además apuntó a los precios abonados por los consumidores y alertó sobre «la gran diferencia que se observó entre carnicerías y supermercados del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA)».

Por su parte, el precio del pollo, en carnicerías y supermercados, subió un 2,3% con respecto a la segunda quincena de febrero y del 8% en carnicerías y 5,5% en supermercados en comparación con el mes completo de febrero. Y los precios de los cortes porcinos, en carnicerías subieron en promedio un 1,4% y 2,3%, respecto a la segunda mitad de febrero y al mes anterior completo, y en supermercados, una baja promedio de 0,7% y 1,9%, respectivamente.

El informe concluye que al comparar los datos de marzo de este año con los de 2019, la carne vacuna aumentó un 69%, con un incremento del animal en pie en el Mercado de Liniers del 80,2% interanual, el precio del pollo se incrementó un 62%, y el promedio de los cortes porcinos, 52,9%. En términos relativos, en el último año la carne vacuna se encareció con respecto a las otras dos alternativas, 4,2% con respecto al pollo y 10,5% con relación al promedio de cortes porcinos.