Para el Gobierno, la crisis provocada por la sequía no impactará en el crecimiento.

«Las estimaciones no las movimos y por ahora no lo haremos», explicó un importante funcionario del Ministerio de Hacienda.

 «Creemos que el 2018 va a ser mejor que el 2017 que ya fue mejor que el 2016. Los números del año pasado reflejarán un crecimiento de 2,8% o 2,9% y para este año lo vamos a hacer en 3,5% y todavía no lo hemos revisado», agregó.

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El Gobierno confía en que el camino elegido es el mejor para seguir con el gradualismo y entiende que la conflictividad económica interna y externa todavía no son lo suficientemente importante para modificar la hoja de ruta.

 El mejor ejemplo de esto es que, a pesar de las previsiones que señalan que la sequía significarán pérdidas en torno a u$s 4000 millones lo que afectarán las exportaciones e ingresos fiscales, no modificará la meta de crecimiento.

«Es importante pero, en principio esto nos podría afectar si se extiende hasta marzo, no por ahora. De todas formas, estimamos que lo compensamos con el crecimiento que está teniendo Brasil», sostienen cerca del ministro Nicolás Dujovne.

Brasil el principal mercado para las exportaciones argentinas y, en algunos sectores como el automotriz, concentra casi el 80% de los envíos.

Un informe de Abeceb expuso que enero las exportaciones de bienes argentinos con destino a Brasil totalizaron u$s 727 millones, una suba de 6,9% interanual. No obstante, las importaciones alcanzaron los u$s 1205 millones, un salto del 16,3% frente al mismo mes de 2017. Esto marcó una desaceleración respecto al crecimiento de diciembre (27,9%) y «la menor tasa de crecimiento desde noviembre 2016 (15% interanul)», precisó Abeceb.

Pero no todos están muy convencidos del optimismo que muestran en Hacienda.

 Matías Carugati, economistas en jefe de Management & Fit, señaló que «es muy temprano para plantear una compensación de este tipo. Primero, porque no sabemos todavía el impacto pleno de la sequía puede ser peor o mejor a lo que hoy se estima, segundo, porque Brasil va a mejorar, pero tampoco sabemos con precisión. Es decir, persiste la incertidumbre sobre procesos que están en curso y es difícil calibrar ya mismo su impacto».

 Pero, por otro lado, Carugati aseguró que el crecimiento de Brasil «ya se venia incorporando a las proyecciones» y que esto puede llevar a que «se necesite mas crecimiento del anticipado en el escenario base para compensar algo q no tenis previsto (sequía)».

 En esa, Fausto Spotorno, economista de Orlando Ferreres & Asociados, aseguró que «Brasil ya estaba estimado y no compensa la sequía. Además, el 3,5% esperaba mayor crecimiento del agro».

Para Sptorno, el dato que podría llegar a compensar es «la construcción, que mostró estar mejor de lo esperado».

 Pero en Hacienda reina el optimismo. «El crecimiento en el componente de la demanda está liderado por la inversión. En 2017 fue de 10% y para este año estimamos que vamos a crecer tres puntos. El mecanismo clave para crecer es que haya más inversión. Hoy estamos en 16% del PBI cuando el promedio de la región es 22%. Si hacemos las cosas bien, en 2018 vamos a estar en 17 por ciento. De eso, sólo un quinto es inversión estatal», recalcaron.

 Por otro lado, mientras se anuncian los pedidos de aumentos de los servicios regulados, que van desde el 20% al 60% para este año, pero señalan que no serán el problema principal para bajar la inflación. «Este año los aumentos son más reducidos que los años anteriores por lo que se vuelven menos importantes para bajar la inflación», puntualizaron.

Fuente: Revista Chacra.