PARA LA BOLSA DE COMERCIO DE ROSARIO, «ES LENTA LA COMERCIALIZACIÓN DE SOJA».

La baja en los precios y los cambios «por venir» en un año electoral serían las principales causas de la  «lenta comercilización» de soja que ha medido la Bolsa de Comercio de Rosario. El informe, difundido en su página, revela los siguientes datos:

«La semana finalizó con fuertes bajas para la soja, tanto en Chicago como en el plano local. El rápido avance de la cosecha en la zona central del país acrecentó la actividad del mercado y profundizó las deficiencias de logística de transporte, enfrentándose enormes dificultades para asegurar las entregas y planificar los ingresos de mercadería a las plantas y terminales portuarias. En este contexto, una particularidad que se observa este año con mayor preponderancia que en otros es la magnitud de operaciones sin precio firme, comúnmente denominadas «a fijar». Esto permite delinear un escenario de mucha cautela entre los productores, a la espera de mayores certezas sobre la evolución de variables como la inflación, el tipo de cambio y el precio de los insumos, entre otras. »

En sus principales conclusiones, la Bolsa destaca:

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De alguna forma, este escenario se ha consolidado por los siguientes factores macro y microeconómicos:a)       Muchos productores y empresas agropecuarias están esperando mejores precios y/o modificaciones en el tipo de cambio. En un año eleccionario y con tipo de cambio oficial «algo anclado», numerosos operadores esperan los resultados de las elecciones nacionales y del nuevo plan económico que podrían llegar a instrumentar las autoridades nacionales electas. Hay operadores tentados a retener la mercadería hasta finales de año a la espera de poder ver -con claridad- la nueva política cambiaria del gobierno o la posible continuidad del régimen actual. Muchos deciden no vender o diferir lo más posible las decisiones.b)       Hay productores que deciden ahora entregar mercadería «a fijar» para acotar las erogaciones por gastos de almacenamiento, incluso porque tienen todavía mercadería sin vender de la campaña anterior. Aquí rigen cuestiones de logística de almacenamiento.

 

c)        Los exportadores y fábricas optan por comprar «a fijar» por mercado comprador, ya que serán ellos en definitiva quienes fijaran el precio de venta con mayor margen de maniobra y no la pizarra de las Bolsas. Si en el futuro hubiera una fuerte devaluación y el precio de la soja subiera considerablemente, tienen hoy la posibilidad de hacerse de la mercadería a fijar precio, satisfacer sus necesidades de molienda y requerimientos de sus fábricas, cubriéndose en los mercados de futuros ante el riesgo de una posible devaluación de la moneda doméstica.

La situación planteada marca un importante condicionante para los meses venideros, en los que los compromisos financieros de los productores y las decisiones de siembra para 2015/16 irán definiendo un patrón de comercialización más concreto. La evolución del mercado externo podría resultar favorable si las condiciones climáticas en Estados Unidos no contribuyen al logro de otra cosecha superior a 100 millones de toneladas, cifra a la que se posicionan los operadores. En ese caso, surgirían a nivel local buenas oportunidades para cerrar negocios o tomar coberturas para el año próximo.